Se presentó el 31 de agosto de 1967, en vísperas del Gran Premio de Fórmula 1 de Italia, en el circuito de Monza, como ejemplo del vínculo entre el mundo de las carreras y los coches de carretera.
Este vínculo con las carreras fue confirmado por la presencia del “Quadrifoglio”, trébol de cuatro hojas utilizado por primera vez por Ugo Sivocci en 1923 y que, a partir de los años sesenta, sería el símbolo oficial de los vehículos Alfa Romeo con las mayores prestaciones deportivas, como el Giulia Q.
La belleza del 33 Stradale, que se debe al genio de Franco Scaglione y la tecnología derivada directamente del Tipo 33, lo convierten en uno de los iconos más representativos de Alfa Romeo, un magnífico representante de una familia de automóviles nacidos para ganar.
El Museo Storico Alfa Romeo de Arese rinde homenaje a este coche, y más en general al proyecto 33 (automóviles de carreras que han brindado a Alfa Romeo una larga serie de extraordinarios éxitos) con una exposición temporal, una especie de itinerario en 33 etapas que resume la historia, los protagonistas y los éxitos.
El Alfa Romeo 33 Stradale fue producido entre noviembre de 1967 y marzo de 1969. Este modelo es extremadamente raro, pues se fabricaron tan sólo 18 unidades. Es un dos plazas con motor central y tracción trasera.
El motor es un pequeño pero potente V8 a 90 grados, con lubricación por cárter seco, de medidas internas supercuadradas, lo que permite un régimen de giro muy elevado, obteniéndose la potencia máxima de 230 CV a 8 800 rpm y con una línea roja en 10 000 rpm. Monta doble bujía en cada cilindro y doble árbol de levas en cabeza, estando acoplado a una caja de cambios de seis relaciones Colotti, transmitiendo la potencia al suelo a través de un diferencial de deslizamiento limitado.
El chasis del 33 Stradale está formado por 3 tubos de aluminio de gran diámetro con forma de H, que albergan en su interior el depósito de combustible. En las partes delantera y trasera, sendos subchasis de magnesio servían de soporte a los elementos mecánicos. Este chasis fue alargado 100 mm respecto a la versión de carreras para mejorar la habitabilidad y fue reforzado en su parte central.
La carrocería del 33 Stradale es considerada como uno de los diseños más bonitos jamás realizados123 e, incluso, gran parte de su curvilíneo diseño fue reutilizado en el siglo XXI en el deportivo Alfa Romeo 8C Competizione. Fue fabricada en aluminio, está llena de voluptuosas curvas, y cuenta con unas puertas de ala de mariposa ampliamente acristaladas.
La producción fue tan artesanal que no existen dos unidades iguales; las principales diferencias son la rejilla frontal, las luces y los conductos de ventilación. La producción total fue de 18 unidades, aunque sólo 13 llegaron a ser entregadas a los clientes;3 una unidad quedó en el Museo de Alfa Romeo, mientras que el resto se entregaron sin carrocería a Pininfarina, Bertone e Italdesign para crear los prototipos Bertone Carabo, 33/2 Coupé Speciale, Iguana y Navajo, respectivamente.
La exposición incluye cinco de los seis vehículos conceptuales derivados del chasis del 33 y creados por grandes maestros del diseño de automóviles: Carabo, Iguana, 33/2 Speciale, Cuneo y Navajo. Además de los vehículos de carreras 33/2 Daytona, el 33/3, el 33 TT12 y el 33 SC12 turbo. Y muchos más capítulos de una historia que, desde 1967 hasta nuestros días, ha influido en toda la producción Alfa Romeo.
La exposición, comisariada por el Museo Storico de Arese, se titula “33 La bellezza necessaria” y se podrá visitar a partir del 31 de agosto durante el horario de apertura al público (todos los días de 10 a 18 h, excepto los martes).
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