Este es el motivo de que la plataforma de Ginebra, sea cita obligada de todos los fabricantes mundiales. Presentan sus modelos de reciente aparición, próximos a salir y prototipos de futuro. Es importante. Se reúne lo más granado del sector internacional. Faltan pocos CEO (Presidente en mi español de Madrid) de las más importantes marcas.
Sin embargo, a nivel informativo, a excepción de las entrevistas y comentarios con los dirigentes de las marcas, poco que añadir. Las mayorías de las novedades se conocen desde hace tiempo. Dejar esta información para el día de Prensa resta importancia. Por lo tanto, prefieren adelantar las “novedades” para ocupar más espacio en los medios de comunicación. Los fabricantes aprovechan más el certamen para tener más cerca a los concesionarios y a la Prensa, invitándoles a un viaje de dos días, en los que las relaciones públicas, superan, incluso, la importancia de los modelos presentados, de los que ya se ha dado información.
Los medios de comunicación acuden de forma masiva. La gran mayoría, salvo contadas excepciones, invitados –como mi caso- a pan y mantel. Los diversos jurados de coche del año de los distintos países, con más atenciones (viaje en primera, hoteles de súper-lujo, entrevista con el CEO de turno, etc.). En suma. Un cumulo de actividades para mejorar las relaciones con los medios de comunicación.
No es de extrañar que al Salón de Ginebra acredite a más de 2.000 periodistas llegados de todo el mundo. De aquí el que los medios le dediquen mayor importancia. También es una buena plataforma para ganar medallas los departamentos de Prensa.
Yo recuerdo, cuando tenía tercer apellido, que para este mismo certamen recibía hasta cinco invitaciones. Todo eran halagos, cenas por aquí, comidas por allá, no había tiempo material para trabajar. Entonces no te adelantaban la información. La tenías que realizar. Tampoco había tantas cámaras de video, que ahora es una auténtica fiebre.
Tengo la ventaja de ser un pionero en las nuevas tecnologías de la comunicación. La primera web del motor la puse en marcha en 1995. En aquella época, tenía que explicar lo que era Internet. Por eso, tengo la satisfacción de que aquellos que me tacharon de “iluminado” –en el peor sentido de este calificativo- tengan que dar marcha atrás en sus comentarios. Ahora todos quieren estar en la red. Muchos han tardado demasiado tiempo en coger el tren. Y solo se aprovechan de las cabeceras de las publicaciones que tuvieron éxito y que ahora pasan con más pena que gloria.
Por lo tanto, me indigna cuando en el certamen veo representantes de medios de comunicación que han perdido el tren y que siguen siendo el babero de muchos responsables de la información de las marcas. Esto se arreglará, espero, cuando los cargos ejecutivos sean remplazados por la siguiente generación digital. Mientras tanto, aprovechan el desconocimiento de las altas esferas de los cambios producidos en lo que se llama multimedia.
Este cambio ya se ha producido, pero salvo raras excepciones, siguen con la tradición. Aunque no vendan ni un clavel. Es lo que más me ha cabreado viendo el percal y las atenciones que, a pesar de las circunstancias, todavía mantienen. Y es que ese tercer apellido, aunque haya dejado de serlo, sigue manteniéndose por la ignorancia de los tiempos actuales.
Si (
No(
