Audi R8 Spyder 4.2 FSI

Fundamentalmente, existen ciertos cambios en el exterior de la carrocería en relación al modelo de 2010. Los grupos ópticos tanto en el frontal como en la parte posterior reciben la última tecnología de iluminación LED. Además las salidas de escape abandonan la posición doble, sustituidas por unas únicas en forma ovalada a cada lado de la zaga. Son destacables los deflectores posteriores, esta vez, en el mismo color que la carrocería.

MOTOR FSI V8

Este es el bloque de acceso para la gama R8. Carece de turbo y su potencia alcanza ahora los 430 CV, lo que supone un aumento de 10 CV respecto a su antecesor. Sin duda, las prestaciones están aseguradas, aunque llama la atención lo progresivo que resulta. La diferencia de precio con el V10 es de unos 10.000 euros. Si fuera posible, es conveniente escoger el propulsor más potente.

COMPORTAMIENTO

La eficacia con la que responde en cualquier aspecto el R8 hace que el conductor siempre tenga la necesidad de solicitar más potencia. Es un coche con el que se puede ir muy rápido, y parece no tener fin a la hora de inyectarle más caballos.
En esta generación ya se ha equipado el cambio automático de doble embrague y 7 velocidades, S-Tronic. La mejora es sustancial. Su actividad es sobresaliente en todos los sentidos. Tanto si conducimos en modo automático, como si queremos gestionarlo con las levas. Asimismo cabe destacar que con el mencionado cambio tenemos la posibilidad de controlar el sistema ‘Launch Control’.

INTERIOR

Su calidad y terminación es innegable. El nivel de estos dos factores es mayúsculo. Ahora bien, existen ciertos puntos a corregir. La ausencia de huecos portaobjetos se nota en el día a día. El navegador continúa siendo por DVD, a diferencia de los nuevos que montan el resto de modelos de Audi. La postura de conducción es muy deportiva, pero con la capota levantada la visibilidad es reducida.

MEJORA SUS CUALIDADES

La firma alemana indica que es capaz de subir y bajar la capota en menos de 20 segundos. En nuestro test llegó a superar ese tiempo y paramos el tiempo en 25 segundos. Algunos modelos, como el Porsche 911, cumple la misma función en menos tiempo. En esta generación se ha equipado el cambio automático de doble embrague S-Tronic cuya eficacia mejora el rendimiento del deportivo

NUESTRA OPINIÓN

Si ya de por sí, el R8 es muy atractivo, en versión descubierta todavía más. Es algo más lento que un 911 Carrera, pero también es más exclusivo. Lo mejor es orientar nuestra compra al motor más potente V10 de 525 CV. La tracción Quattro supone un comportamiento excepcional a gran velocidad.