Este comentario es susceptible. Lo sé. A muchos les va a gusta; para otros, será todo lo contrario. Me van a poner a parir. También lo sé. Pero como siempre digo lo que pienso y no pienso lo que digo, aunque en esta ocasión lo he meditado, he visto los tiempos y he llegado a algunas conclusiones.
La polémica de Valencia va a continuar. Como sucedió en Sepang. Con esto no quiero quitar ningún mérito al nuevo Campeón del Mundo, Jorge Lorenzo. Se lo ha ganado a pulso. Monta en moto que te cagas –perdón por la expresión-, aunque desvanezca ese mérito su forma de ser. Necesita un buen asesor que le instruya en la forma de comportarse. Hay que ser más modesto y menos prepotente. Evidentemente, hemos visto en estos días un cambio de actitud importante. Menos mal y por fortuna para él.
Pero vayamos al grano de la cuestión. Valentino Rossi ha vuelto a explotar. El mejor que nadie sabe lo sucedido. Ha calificado a Márquez como “Biscottone”, un calificativo popular italiano que se aplica a los “guardaespaldas”, “abrigo” o similar ¿Qué ha querido decir con ello? Que Márquez ha estado guardando la espalda a Lorenzo. Estaba claro que si Pedrosa no se hubiese arrimado, la victoria hubiese sido de Marc. Era lo previsto. Sin embargo, en las dos últimas vueltas, tuvo que cambiar la estrategia. Sabía que, ganando a Lorenzo y este quedando segundo, el titulo no habría cambiado de titular si Pedrosa terminaba tercero.
Pero llegó Pedrosa. Nadie lo esperaba. Venía con un ritmo de 1:31, cuando Lorenzo y Márquez estaban rodando en 1:32. Pedrosa, venía crecido y con el cuchillo entre los dientes. Consiguió adelantar a Marc. Fue entonces cuando éste reaccionó, frenando el ritmo de su compañero de marca, que aprovechó inteligentemente Jorge Lorenzo. Pasó de llevar pegado como una lapa a Márquez, a sacarle cuatro décimas de segundo. En la última vuelta en la que Márquez bajo de 1:32,432 (cambio de ritmo a Pedrosa) a 1:31,945 (Lorenzo en esta vuelta final hizo 1:32,044), una vez “frenado· Pedrosa, conseguía acercarse a Lorenzo, terminando a dos décimas de segundo
Cada cual puede pensar lo que quiera. Pero estos son los datos y así lo cuento. Es una situación complicada que dará mucho que hablar y que justifica, en parte, el cabreo de Valentino Rossi. Un Rossi que siempre ha sido muy comedido en sus declaraciones. Hasta tal punto, que inculpa a Carmelo Ezpeleta, de no cumplir con lo pactado el pasado jueves.
El Director General de Dorna calmó la situación entre los pilotos involucrados. No solo entre los aspirantes al título, sino contando también con los que pudieran incordiar, es decir, Márquez y Pedrosa. Se llegó, comentan, a la conclusión que sería una carrera entre caballeros. Rossi no salió convencido. Al terminar la carrera increpó a Ezpeleta: “¡Te lo dije! ¡Te lo dije! Esto es lo que iba a pasar…” Y paso…
La realidad solo la conoce Márquez. Podemos hacer una y cien conjeturas. Los hechos han sido claros. Márquez no atacó, dejo hacer a Lorenzo y controlar la situación. De llevar un ritmo de 1:31, se ralentizó un segundo en las cinco últimas vueltas. ¿Para qué arriesgar?
Pero llegó Pedrosa con ganas. Venía fuerte. Con un ritmo de 1:31 hasta que se lo freno Márquez a dos vueltas del final en 1:32,4 y 1:32,1. Sin embargo, insisto, Márquez dio la última vuelta en 1:31,9. Una vuelta en la que Lorenzo mejoro su ritmo tres décimas. Incomprensible cuando las ruedas –según ellos- estaban en las últimas.
Si (
No(
