Joan Mir se iniciaba en las competiciones de motociclismo a la edad de 10 años. Entre las temporadas 2009 y 2011 se proclamaba campeón balear en distintas categorías de mini motos y minimotard. En 2013 era el único piloto español seleccionado para participar en la Red Bull MotoGP Rookies Cup, en la que lograba la novena plaza final. Al año siguiente, sin embargo, era subcampeón.
Durante la temporada 2015 corría con el equipo Leopard Racing en el FIM CEV Repsol y, al mismo tiempo, sustituía a Hiroki Ono por lesión en el GP de Australia del Campeonato del Mundo de Moto3. La temporada 2016 suponía su primera temporada completa en la menor de las categorías, de nuevo en el equipo Leopard Racing, pilotando una KTM con la que terminaba quinto en la clasificación general y obtenía el premio al mejor Rookie del año. Su momento destacado llegaba con su victoria en el GP de Austria desde la pole. En 2017 repite equipo, pero esta vez al manillar de una Honda con las esperanzas puestas en superar los registros del año anterior.
Los resultados de la presente temporada han sido muy positivos. Victoria en la apertura de la temporada en Qatar y en la segunda carrera de la temporada en Argentina. Texas fue su peor resultado en la primera mitad del año, cuando llegó octavo, pero Mir se recuperó en su tierra natal, en Jerez, terminando tercero, a solo una décima del triunfo, y volvió rápidamente al último nivel en Le Mans.
Volvió a ganar en el GP de Cataluña antes de ganar en Sachsenring, Brno y Austria. Silverstone fue una carrera más difícil y perdió puntoo con su principal adversario, Aron Canet. En Misano logra la segunda plaza y vuelve a ganar en Aragón. Con estos resultados, todo hacía presagiar que el circuito de Motegi podría sería el de la consecución del título. Pero las circunstancias climáticas, la victoria clave del italiano Romano Fenati y terminar en el puesto 17 retrasó la titulación.
Había que esperar a los resultados del Gran Premio de Australia, en Phillip Island, un circuito de gratos recuerdos donde tuvo lugar su debut mundialista. Era cuestión de controlar. Y controló al único adversario que podía, matemáticamente, arrebatarle el objetivo, Romano Fenati.
Pero Joan Mir no solo ha conseguido el Título, también la victoria. Una carrera complicada en la que estuvo en cabeza en varias ocasiones, con seis pilotos diferentes liderando la competición. Hasta que en la vuelta 15 el director de carrera decidió dar por terminada la misma por lluvia peligrosa. Joan Mir había liderado las cuatro últimas vueltas, lo que significaba la victoria indiscutible y la conquista de su primer Título Mundial.
“Es como un sueño –comentaba a su llegada al corralito-. Todavía no sé si es verdad. ¿Es verdad, soy Campeón del Mundo? Estoy como en una nube. Se lo dedico a todo mi equipo, a todos los que me han ayudado y a mi familia, a mi padre, que tanto se ha sacrificado por mí. ¡Gracias, mil gracias! No sé qué decir”.
Abraza a su padre, a su equipo, a sus amigos. Pregunta que ha pasado con la bandera española que le habían entregado después de ponerse la camiseta de Campeón del Mundo. Las tenía embaladas en una caja de cartón. Esperando desde el Gran Premio de Japón. ¿Y la bandera?, seguía preguntando. Tras su paseo triunfal por el circuito se había enganchado en la cadena y estaba destrozada en la corona de la rueda trasera. Contamos este detalle porque es uno de los pocos motoristas mundialistas que lleva en su casco pintado los colores rojos y gualda.
Si (
No(
