El caso se deriva de la última carta a los accionistas sobre los resultados del segundo trimestre de 2015, enviado por Elon Musk semana pasada. En los meses de abril, mayo y junio (Reuters), Tesla ha "quemado" 349 millones de dólares en efectivo y está rastrillando otro capital, posiblemente mediante la venta de más acciones.
Otros datos: en el último trimestre, Palo Alto declaró una pérdida operativa de 47 millones de dólares, tras la entrega de 11.532 coches. Por lo tanto, algunos han dividido la cifra de registros, alcanzando 4,000 dólares por los Tesla entregados. Un cálculo que puede dar título sugerente, pero que, obviamente, no deben tenerse en cuenta todas las inversiones, no sólo para el nuevo modelo 3 (la puesta a punto de inflexión coche, al menos para los Estados y sus mega de incentivos), pero también para la Gigafactory, la gran fábrica de baterías de iones de litio que Tesla y Panasonic están construyendo en Reno, Nevada ( 5 mil millones, por tramos, por supuesto), que no puede dejar de tener un impacto en las cuentas.
En resumen, sólo una pequeña parte de los gastos incurridos por Tesla terminan siendo desviados en el sedán eléctrico, producido en 2012 y ahora en pleno apogeo.
Los costes para el futuro.
Musk nunca ha negado la situación de sus números "rojos" (en 2013 corría el riesgo de fracaso), de hecho, siempre ha explicado que Tesla empezaría a ganar más tarde, cuando la Gigafactory iniciara su producción (a finales de 2016) y el Modelo 3 entrara en fase de producción en serie
A modo de resumen, cuando Tesla se convertirá en un fabricante de automóviles en toda su extensión, con modelos capaces de hacer frente a la totalidad del mercado y con coches que se integren en las listas de precios premium desde 70.000 dólares para arriba, vendrán los beneficios. Es un riesgo evidente, pero ahí esta. Además, no se puede considerar como perdidas el proyecto de la conducción por piloto automático y autónomo, o expandirse en otras áreas tales como pilas de uso doméstico en la industria (powerwall y Powerpack), otra de sus proyectos.
El futuro Tesla
La apuesta de Musk es lo sustancial: productos, invertir y expandir la gama vale mucho dinero. Sólo para el lanzamiento del modelo X, Palo Alto gastará 1,5 mil millones de dólares, de los cuales más de 800.000 se han invertido. Por lo tanto, "repartidas" pérdidas de explotación sobre el único y potencial modelo “S" no da la justa medida de lo propuesto por el Presidente de Tesla Motors.
Es como si quisiera seguir en su proyecto de negocio las estelas dejada del estilo de Silicon Valley ( Appel, por ejemplo). Musk, visionario o genio, ha inventado una apuesta en lo que todavía es en realidad un enorme y arriesgada puesta en marcha, tomando el riesgo empresarial clásico.
Mal va, si espera encontrar algún otro gigante inversor dispuesto a comprar en la situación actual de la Compañía. como sucedió con Google hace dos años.,
En la hoja de ruta del "chico de oro" de las cuentas de Palo Alto termina en el año 2020, cuando Tesla tiene como objetivo producir 500.000 vehículos al año. Sin embargo, el primer punto de inflexión será 2016. No sabemos si Musk tratará de aumentar aún más la capital al atraer a otros inversores, o si inventara nuevo productos tecnológicos o comercialización; haga lo que haga, lo cierto es que se necesitará tiempo para entenderlo. Y, sobre todo, para establecer con certeza si la "interrupción" Tesla será una revolución u otra (mega) Startups con las “alas” cortadas.
Cuando los grandes de automoción lo ven como una especie de sueño de un visionario ó genio -¿quién sabe?- es que esta joven compañía de automoción solo acumula perdidas y sueños fustrados.
Si (
No(
