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Todo un juguete para niños grandes

Prueba del Ford Fiesta ST 200
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Prueba del Ford Fiesta ST 200

Ojalá todos los hot hatch fueran así

Por Motorpoint
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viernes 05 de mayo de 2017, 12:49h

Con un motor 1.6 de 200CV y 290Nm, además de un espectacular cambio de marchas y una trasera muy nerviosa, el Fiesta ST 200 nos ha enamorado. No sólo te lo contamos, sino que también te lo enseñamos.

Es cierto que si estáis un poco atentos a las noticias del motor sabréis que el próximo Fiesta ST ya ha sido presentado y que probablemente el que hemos probado será sustituido después de verano.

Precisamente ese ha sido el motivo de nuestra prueba. Ford confirmó que el próximo Fiesta ST traería un motor aún más pequeño, con únicamente tres cilindros, y yo sé que vosotros, como aficionados del mundo del motor que sois, no estaréis nada contentos. Además, el nuevo motor desarrollará también 200CV, lo cual permitirá que el Fiesta ST 200 actual siga siendo una muy interesante opción y más si le añadimos la bajada de precio que sufrirá.


El motor del ST 200 tiene una cilindrada de 1.6 litros. A pesar de que antes os he dicho que desarrollaba 200CV, no es del todo cierto ya que durante 20 segundos, si hundes el acelerador hasta el final, aparecerán 15CV extras (215CV) y su par motor pasará de los 290Nm a unos nada despreciables 320Nm.

En general, el motor me ha sorprendido bastante. Debido a su reducido tamaño esperaba que fuera muy explosivo y una “patada” del turbo a medio régimen, pero estaba completamente confundido. El motor tiene un desarrollo muy lineal, propio de un motor de aspiración natural, lo cual lo hace idóneo para una conducción con curvas, evitando que pierda tracción. Además, el sonido que se cuela en el habitáculo, gracias a su actuador, es precioso, nada molesto y muy deportivo. Por el contrario, a bajas vueltas el sonido es inexistente y si bajamos las ventanillas escucharemos su nueva y sobredimensionada admisión, con un sonido similar al de una válvula de descarga.

Pero no todo iban a ser palabras bonitas para el coche. El interior es bastante pobre y parece que no ha cambiado en los últimos 10 años. Los plásticos duros conforman prácticamente todo el habitáculo. El volante (exceptuando el logo de ST) podría ser el de cualquier furgoneta de reparto y el salpicadero tiene muchísimos botones, haciendo que nos distraigamos con su uso en marcha. En cuanto al sistema multimedia, también es pésimo. Tras intentar conectar varias veces un iPhone 7 y un Samsung Galaxy S7, tanto por USB, como por Bluetooth, desistí. También fui incapaz de encontrar datos acerca del consumo o estilo de conducción (más tarde me di cuenta de que se puede ver limitadamente en el cuenta kilómetros).

El resto de aspectos están en la media. Espacio de sobra para guardar objetos, unas puertas bastante amplias que, a pesar de dificultar el proceso de ponerse el cinturón, permiten el acceso a las plazas traseras del vehículo muy cómodamente.

Los asientos merecen una mención aparte. Diseñados por RECARO exclusivamente para Ford, agarran más que unos semibackets, como los del León Cupra o GTi Clubsport. Son muy duros y pueden cargarnos la espalda en un trayecto largo. Además las personas con algún kg de más literalmente no cabrán en los asientos. A pesar de ello, fui tan encajado en ellos que a la hora de tomar las curvas a gran velocidad no noté ningún desplazamiento lateral. Un 10 de asientos.

Y lo mejor para el final. La transmisión y el chasis. La verdadera esencia del Ford Fiesta ST 200.

Es sencillamente espectacular. El embrague es bastante duro y seco, muy deportivo. La palanca de cambios tiene unos recorridos cortísimos, permitiendo hacer unas transiciones de marchas propias de un automático. Las relaciones son muy cortas, lo cual obliga a estar cambiando de marcha continuamente y me encanta.

El chasis por su parte controla los 1.163kg del coche a la perfección. Una dirección precisa lo mete en la trazada, y cuando el coche tiende a subvirar (comportamiento propio de un tracción delantera), una trasera nerviosa lo mete de nuevo en el carril. Hay que estar atentos ya que este comportamiento tan peculiar tiende a dar algún susto, algún divertido susto. Es espectacular como en curvas muy cerradas el coche “levanta la pata”, poniéndose a 3 ruedas.

El coche carece de autoblocante mecánico y, a pesar de que su comportamiento es inmejorable, Ford debería haberse planteado uno. Digo esto porque el Fiesta ST tiene un sistema electrónico tipo XDS que simula el comportamiento del autoblocante frenando la rueda interna en una curva para mejorar la tracción. El sistema funciona muy bien, pero un elevado uso de los frenos hace que se fatiguen, incluso si no abusamos de ellos.


En cuanto al consumo, yendo tranquilos podemos obtener 7,5-8 litros en ciudad, 6 litros en viajes a velocidad legal y 9-10 en conducción deportiva. Sin duda, unas cifras muy razonables.


Como conclusión, me gustaría añadir que este coche está pensado únicamente para divertirse y que, a pesar de sus notables fallos en las calidades interiores, su comprador debe saber que en los puntos realmente importantes aprueba con nota. Junto al Peugeot 208 GTi 30th aniversario es el más divertido de su categoría y, si su precio baja de los actuales 26.200 euros, se convertirá automáticamente en el mejor de su categoría.

Ficha Técnica

Aceleración (0-100km/h): 6,70 segundos
Velocidad Máxima: 230 km/h
Consumo Urbano: 8,2 l/100km
Consumo Extraurbano: 4,9 l/100km
Consumo Mixto: 6,1 l/100km
CO2: 140 g/km

Motor

Posicionamiento: Delantero Transversal
Tipo: Normal
Nº Cilindros: 4
Disposición cilindros: Línea
Combustible: Gasolina
Cilindrada: 1.596 cc
Potencia: 200 cv a 6.000 rpm
Par máximo: 290 nm a 2.500 rpm
Potencia específica: 8 cv/l
Peso/potencia: 6 kg/cv
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