A sus 24 años, Palou dio a su equipo, Chip Ganassi Racing, el segundo título seguido, después del de Scott Dixon en 2020. “Qué carrera y qué temporada. Este equipo es increíble. Estoy muy orgulloso, muy contento, de ser campeón”, dijo tras la carrera. “Es un sueño realizado pero iré a por otro”, añadió un Palou que defendió el liderato que ostentaba en una carrera que fue para Colton Herta, por delante de Josef Newgarden. Palou tenía en su mano el triunfo final en la mítica competición americana, favorito de cara a este domingo con su renta de 35 puntos en la general.
En su segundo año en las Series, al barcelonés le bastaba ser undécimo, incluso peor si Pato O'Ward o Josef Newgarden no lo bordaban en las 85 vueltas. El español, con tres victorias en 2021, cumplió con las quinielas en una carrera controlada, la última para decidir campeón como ocurrió en las 15 ediciones anteriores de la IndyCar. Palou se convirtió además en el piloto más joven en coronarse en la competición desde Dixon en 2003.
“Es muy maduro y tranquilo para su edad”, comentaba Ramon Palou, padre de Álex, a escasos minutos del inicio del último Gran Premio de la Indycar de esta temporada, celebrado en California. Y esa madurez y, sobretodo, paciencia, las tuvo que demostrar Palou (Chip Ganassi Racing) en los primeros compases de la carrera, concretamente en la segunda vuelta. En ese giro sucedió algo que allanaría el camino de Palou hacia el título: Ed Jones (Dale Coyne Racing) golpeó por detrás el automóvil del mexicano Pato O'Ward (Arrow McLaren SP), su mayor perseguidor, que tuvo que retirarse unas vueltas más tarde tras romper el semieje de la rueda trasera derecha.
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