Muchas personas piensan que la posibilidad de acceder a un coche nuevo es un lujo reservado para unos pocos. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una figura que ha servido como alternativa a este pensamiento y que se ha consolidado en el mercado: estamos hablando del renting.
Esta manera de adquirir un vehículo ha ganado popularidad frente a la compra tradicional o el leasing, y se ha instalado tanto a nivel particular como empresarial. De hecho, en el segundo de los casos, se podría decir que ya es la opción predilecta.
Su principal atractivo está en la comodidad que implica, ya que únicamente requiere el pago de una cuota mensual. Con ella están cubiertos todos los gastos asociados al vehículo, desde el seguro hasta el mantenimiento, permitiendo al conductor preocuparse únicamente de disfrutar del coche, sin sobresaltos ni costes inesperados.
En este texto vamos a tratar de profundizar en esta figura, explicando sus particularidades más importantes y sus principales ventajas con el fin de poder orientar en su decisión a futuros compradores.
A modo de resumen, se podría decir que el renting es un contrato de alquiler a medio o largo plazo que da la opción de disfrutar de un coche pagando una cuota mensual. Este acuerdo no implica una compra final del vehículo, por lo que, cuando se acaban los años firmados, el usuario tiene la posibilidad de cambiar de automóvil sin ningún problema.
Su auge se debe a diferentes factores. El principal proviene de la necesidad de endeudarse, en muchas ocasiones, para poder acceder a un coche nuevo. Paralelamente, la posibilidad de cambiar de modelo cada pocos años, aprovechando las innovaciones que vayan surgiendo, también resulta muy atractiva. De hecho, con la transición ecológica que se está viviendo actualmente, tener un automóvil en propiedad supone estar sujeto a cambios legislativos que pueden convertirse en un problema.
El aspecto económico, como se mencionaba anteriormente, es absolutamente clave. El conductor puede evitar un desembolso inicial elevado y una financiación a largo plazo, sustituyéndolo por una cuota mensual que incluye todo, desde el seguro hasta los mantenimientos.
Este detalle permite una previsibilidad financiera mucho mayor y evita sorpresas desagradables. Muchas empresas de renting, como Swipcar.com, incluso ofrecen la posibilidad de personalizar la duración del contrato y el kilometraje, adaptándose a las condiciones de cada cliente.
El hecho de poder disfrutar de un coche nuevo cada pocos años es otro de los grandes atractivos del renting. A nivel de acceso a la última tecnología y a un coche adaptado a la reglamentación vigente, se trata de algo muy beneficioso.
Cada renovación de un contrato de renting implica estrenar vehículo, con todas las ventajas que ello conlleva: menor consumo, menos averías y la satisfacción de conducir un modelo moderno y fiable.
Por suerte, la mayoría de las empresas de renting cuentan con una amplia variedad de modelos. Se pueden encontrar desde compactos urbanos hasta SUV, además de híbridos o eléctricos. Esto permite que cada cliente vea cubiertas tanto sus necesidades como sus deseos.
Las empresas que trabajan con este modelo de adquisición asumen casi todas las gestiones y gastos relacionados con el vehículo. En cierto modo, es como si el usuario solo tuviese que preocuparse de repostar o cargar la batería. Entre los servicios más destacados que se incluyen están:
Este tipo de cobertura tan amplia proporciona al conductor una tranquilidad total, ya que sabe que, en caso de imprevisto, la empresa será parte activa en la resolución del problema.
Con el fin de comprender mejor las ventajas que ofrece el renting, es pertinente establecer una comparación con las otras dos maneras más habituales de adquirir vehículos: la compra y el leasing.
Más allá de la comodidad económica, el renting se ha convertido en un símbolo de una nueva forma de entender la movilidad. Esta tendencia encaja perfectamente con la mentalidad actual, en la que la flexibilidad y la sostenibilidad tienen más valor que la propiedad.