Cuando vemos pasar un Porsche 911 Targa por la carretera, instintivamente pensamos en parar el coche y decirle al conductor que se baje, propio de un videojuego. Nuestra moral y la ley nos lo impiden, pero no ha sido así en Sudáfrica, donde dos ladrones se enamoraron perdidamente de un Targa blanco al verlo pasar. Dieron marcha atrás y apuntaron al conductor con una pistola para que se bajase.
Afortunadamente el conductor les vio venir y se dio la suficiente prisa para escapar con apenas unos rasguños.
Con 420CV y 500Nm de par, los ladrones ni se plantearon seguirle. Cogieron su BMW Serie 3 y se dieron la vuelta por donde habían venido.