En julio de 2025, se registraron 101 siniestros mortales en las carreteras, resultando en 112 fallecidos, un aumento de 2 respecto al mismo mes del año anterior. A pesar de un incremento del 3% en la movilidad, con 48,5 millones de desplazamientos, se lograron tres días sin muertes en accidentes. Aunque los fallecimientos disminuyeron en autopistas y autovías, aumentaron en carreteras convencionales.
El mes de julio ha dejado un saldo trágico en las carreteras españolas, con 112 personas fallecidas en 101 siniestros mortales. Esta cifra representa un incremento de dos muertes en comparación con el mismo mes del año anterior, 2024. A pesar de este aumento, la movilidad ha crecido un 3%, alcanzando los 48,5 millones de movimientos de largo recorrido durante el mes.
Es importante señalar que, dentro de este panorama desolador, se registraron tres días sin muertes: el lunes 14, el miércoles 16 y el lunes 28. Este hecho demuestra que, con la colaboración y el esfuerzo conjunto, es posible reducir la siniestralidad en las carreteras.
Los datos también revelan una tendencia preocupante: aunque han disminuido las muertes en autopistas y autovías, ha habido un aumento significativo en los accidentes fatales ocurridos en carreteras convencionales. Esta situación plantea interrogantes sobre la seguridad vial y la necesidad de implementar medidas más efectivas para proteger a los conductores y peatones.
La evolución de la siniestralidad es un tema que requiere atención continua por parte de las autoridades competentes y la sociedad en general. La prevención debe ser una prioridad para evitar que estas cifras sigan aumentando y para garantizar un entorno más seguro para todos los usuarios de las vías.