Durante el último año hemos podido contemplar numerosas obras de arte convertidas en coches de policía. Desde un Porsche 911 hasta un Lamborghini Huracán, pasando por un Nissan GT-R y un Cayman GT4.
Pero sin duda, a excepeción de la plicía de Dubái, no existe nada tan lujoso como este Rolls Royce en ningún país del mundo.
El coche ha sido decorado con todos los vinilos oficiales de la policía, así como con las luces y sirenas de emergencia. El interior combina el cuero negro con inserciones en fibra de carbono.
Anunciado el año pasado, el Ghost Black Badge es un modelo centrado en un mejor rendimiento con un renovado V12 de 6,6 litros de doble turbo que desarrolla 603 CV y 840 Nm de par.
Permite que el coche acelere de 0-100 km/h en 4.6 segundos y que alcance los 250 km/h de velocidad máxima autolimitada.