Las pérdidas de la compañía durante el primer trimestre han sido menores de las esperadas a pesar de quemar efectivo a un ritmo mucho más rápido que el trimestre anterior para alcanzar sus metas de producción: acumula casi el doble de pérdidas que en el mismo periodo de 2017, pero obtiene unos ingresos de 3.408 millones de dólares, un 26,4% más que hace un año.
Tesla terminó el primer trimestre con un saldo en efectivo de 2.735 millones, un 19 % más que en el mismo periodo, una cifra que la compañía atribuye al aumento de las entregas del Model 3. Los gastos operativos ascienden a más de 1.000 millones de dólares, a lo que se suman las pérdidas de 784 millones de dólares.
La compañía reitera su expectativa de ingresos netos y flujo de caja positivo en el tercer y cuarto trimestre 2018, pero aún depende de que logren una tasa de producción del Model 3 de 5.000 unidades por semana, lo que mantienen ocurrirá a fines del trimestre.
Tras los resultados, las acciones de Tesla cayeron casi un 5 %, según la CNBC, aunque después remontaron, lo que significa que Wall Street ya está acostumbrada a los números rojos de la compañía y los inversionista mantienen su fe en el milagro Musk.