Había dificultades para que el helicóptero médico pudiera volar desde el circuito al hospital, a 54 kilómetros, lo que impide cualquier actividad en pista, y el agarre en el circuito era escaso con unas temperaturas de 11ºC en el aire y apenas 12ºC en el asfalto. A las 11:00 no se abrió el pit lane y a las 12:00 se confirmó oficialmente la cancelación de la sesión matinal. En cuanto a la vespertina, debía comenzar a las 15:00 y una hora después se concluyó de la misma forma.
Se quedaron con las ganas Mick Schumacher y Callum Illot, quienes debían debutar con Alfa Romeo y Haas respectivamente. Los pilotos júnior de Ferrari tendrán que esperar a otro gran premio para estrenarse en unos entrenamientos libres. Y se quedaron con las ganas los cientos de aficionados que habían comprado su localidad y esperaron, pacientes, en las gradas.
Así lo había explicado Michael Masi en Nürburgring: "En este circuito, con la niebla que hay el helicóptero médico no puede despegar y volar al hospital. La distancia por carretera es demasiado grande en caso de que pasara algo".
“El pronóstico parece mejor para el resto del fin de semana, pero también estamos trabajando en algún plan 'B' en caso de que tengamos una situación similar para poder intentar solucionarla".
El trabajo se acumula para todos. Carlos Sainz tenía que probar a fondo la nueva aerodinámica del McLaren MCL35, aunque bajo estas condiciones no se hubieran extraído muchas conclusiones. Ferrari también trae mejoras a Nurburgring. Pero si la región de Eifel es conocida como la Siberia de Prusia, tampoco es una sorpresa que Nurburgring, en octubre, haya mostrado su peor cara ante el regreso de la Fórmula 1. El sábado mejora, saldrá el sol, pero la carrera del domingo amenaza con ser también un reto frente a los elementos.