Citroën 2CV el secreto de la II Guerra Mundial

El origen de este modelo de la marca de los “chevrones” (Citroën inventó este tipo de engranaje de vértice, que ha conservado a través de los años como imagen de marca) data de 1939, cuando comenzó la creación del 2CV. El ingeniero francés Pierre Jules Boulanger inició el desarrollo del TPV (acrónimo en francés de Toute Petite Voiture, en español Vehículo Mínimo) y fue patrón de Citroën desde finales de 1934, cuando la familia Michelín se hizo con el control de la empresa.

Durante la ocupación alemana de Francia en la Segunda Guerra Mundial se decidió mantener el proyecto en secreto. Fue en el Salón de París de 1948 donde se mostró por vez primera el primer modelo tal y como se conoce. Incluía motor bicilíndrico refrigerado por aire, con potencia de 9CV. En España comenzaron a montarse en Vigo los primeros derivados como furgonetas y, más adelante, fueron evolucionando con más carrocerías.

El Citroën 2CV (en francés: deux chevaux vapeur, literalmente “dos caballos de vapor”, en referencia a la medida de potencia “caballo fiscal”) es un hito en la historia del automóvil. Su imagen se ha divulgado por todo el mundo asociada a la tendencia “hippie” de su momento de esplendor.
Se fabricaron en todo el mundo millones de unidades hasta el año 1979. En España hay numerosos clubes “2CV”. Precisamente este año, del 31 de marzo al 3 de mayo, se celebra la Gran Nacional 2CV”, organizada por el “Club 2CV de Salamanca”.

Versiones para todos

Desde el primer protipo de un solo faro del que se han descubierto recientemente cinco unidades en un pajar, ha habido versiones de todo tipo. Una de ellas, quizás la más desconocida, fue la de dos motores con tracción a las cuatro ruedas, que dio servicio como vehículo de todo terreno a la Benemérita Guardia Civil Española.