La Fórmula 1 ha reaccionado casi en el último segundo. La confirmación del positivo del miembro de McLaren y la retirada del equipo por preservar al resto según su responsable, Zak Brown, ha sido definitivo.
Ya había sido suspendido únicamente el de GP China, previsto inicialmente para el 19 de abril en Shanghái pero Bahrein había anunciado que el suyo se celebraría a puerta cerrada y el de Vietnam estaba en el aire. Con la definición ya de pandemia por la OMS ya todo puede cambiar.
"La decisión se ha tomado en base no solo al deber de cuidar de los empleados de McLaren y sus socios, sino también de los equipos rivales, los fans de la F1 y los propietarios de la categoría", decía la escudería británica, que a su vez comunicaba que "la F1 y la FIA han estado coordinándose con las autoridades locales de cara a los próximos pasos".
El siguiente paso fue una reunión de los jefes de equipo para decidir qué hacer (a las 00:00h en Australia), y en las conversaciones con la FIA y la F1, la mayoría de las escuderías dijeron que no querían continuar con el evento, por lo que el máximo organismo aceptó la cancelación.
Según los contratos habituales entre los promotores no puede haber gran premio con menos de 16 coches en la parrilla, la emergencia sanitaria mundial invita a cancelar cualquier evento que pueda resultar peligroso y aumentar el número de contagiados.
En todos los casus de ños eventos de cara al público, éste es soberano y no tiene ningún sentido hacerlos a puerta cerrada. Sin seguidores no hay espectáculo.
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