'Pecco' conquista su primer título de la categoría reina, que une a su campeonato de Moto2 conseguido en 2018. Asimismo, ofrece al motociclismo italiano el 80º título de su historia en el Mundial.
Por su parte, Alex Rins despidió el campeonato con un gran triunfo por delante de Brad Binder y de Jorge Martín, un podio con el que MotoGP dijo adiós hasta 2023, una temporada en la que Suzuki ya no estará en el mundial.
Quartararo -que partía cuarto- notó desde el comienzo el aliento de Bagnaia, que en solo unas curvas consiguió remontar desde la octava plaza para superar al entonces vigente campeón del mundo.
El francés, consciente de que solo un triunfo le daría el título se dejó el alma para volver a adelantar al italiano, que, lejos de ser conservador, entró de lleno en la lucha, con pasadas y hasta un toque entre ambos en las primeras vueltas.
Poco a poco, las cosas se fueron calmando, con 'El Diablo' variando entre el cuarto y el quinto puesto y Bagnaia cediendo hasta la novena plaza, lo suficiente para coronarse campeón del mundo de MotoGP y ser el primer piloto italiano en ganar con una moto italiana en los últimos 50 años. El nueve veces campeón del mundo Valentino Rossi, hasta ahora el último transalpino en coronarse en la categoría reina (2009), fue de los primeros en felicitar al nuevo campeón.
Por detrás, Aleix Espargaró se tuvo que retirar en el primer tramo por problemas mecánicos en la última carrera de la mejor temporada de su vida, mientras que Repsol Honda puso fin a su mal curso con sus dos motos fuera después de sendas caídas de Pol Espargaró y de Marc Márquez. Tampoco terminó Maverick Viñales, que se fue al suelo a falta de 12 vueltas.
Joan Mir, en su última carrera antes de marcharse al Repsol Honda, finalizó sexto, Raúl Fernández terminó duodécimo y Alex Márquez lo hizo decimoséptimo.
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