Acercamiento a las soluciones vistas hasta ahora

Todos tienen en común una parte delantera con un ala en flecha adelantada, que deja entrever un estudio cuidadoso y posado. En la parte central, una forma en “V” que supone que el flujo del aire hacia la parte lateral de los pontones y luego a la zona trasera, se va a llevar a cabo potenciando la parte inferior hacia el difusor más ancho y por lo tanto con mayor incidencia en la down forcé del monoplaza.

El ala trasera, también más ancha y baja, ha necesitado de una aleta de tiburón detrás del piloto hasta cerca del eje trasero, que evite turbulencias provenientes del puro central, canalizando mejor el aire. La mayor altura de la anterior no lo requería como en esta nueva reglamentación en la que todos los fabricantes que han presentado sus monoplazas hasta ahora la llevan. Tan sólo Mercedes, en la presentación, la ha evitado, pero seguro que la probará.

Los pontones más acentuados en su forma de botella de coca cola, terminan en una zona muy estrecha que, a primera vista, acelera el flujo de aire hacia atrás, como dijimos de la parte delantera, dando gran importancia al difusor doble.

A decir de los responsables en sus presentaciones, la mayoría parece haber cumplido sus objetivos respecto a las líneas marcadas previamente en simulador, aunque habrá que corroborarlo en los próximos ensayos en Montmeló.

Optimismo, nuevos sponsors (la aseguradora española Mapfre entre ellos) y ganas de que la fórmula reina retome de nuevo la espectacularidad y audiencia que habían flaqueado en las últimas temporadas.

Una particularidad de los monoplazas 2017, es que vamos a poder asistir a soluciones “diferentes” a las que nos tenían acostumbrados algunos ingenieros imaginativos e innovadores como Adrian Newey, que sorteando el Reglamento Técnico, aplicaban soluciones fuera de lo habitual.

Acordémonos, por ejemplo, de los escapes que soplando directamente sobre el ala trasera o el difusor y hacían aumentar espectacularmente la down forcé creada. O el efecto “Coanda” que, aplicándolo al flujo de gases, hacía circunvalar de forma mágica el perfil del monoplaza hasta llegar a la zona que interesaba. O el doble difusor del Brawn que, al encontrar ese resquicio no cubierto por las normas, hizo ganar el campeonato del mundo al no muy brillante piloto Jenson Button.

Todo apunta pues, a que vamos a asistir a una temporada llena de soluciones técnicas y, por lo tanto, prestaciones diferentes de unos GP a otros.

Se presenta, por lo tanto, un año interesante y ya tendremos ocasión de seguir analizando las novedades que la nueva reglamentación van a aportar la Fórmula 1.

Texto: Hermenegildo Baylos