Tercera victoria de tres carreras disputadas del WEC del equipo de Fernando Alonso que se dispara en el Campeonato.
Como en todas las pruebas de esta temporada, la victoria era cosa de dos, de los dos Toyota Hybrid. El nº 7 pilotado por Conway había conseguido la pole y eso la daba una ligera ventaja de cara a la carrera.
Se mantuvo siempre en cabeza con Kobayashi en este primer relevo y Buemi en el nº8. El segundo relevo se enfrentaron los pilotos que habían sido los más rápidos durente el fin de semana: Conway y Alonso.
En mitad de este relevo el español pasó al inglés y se mantuvo como líder hasta la entrada el boxes de ambos. Toyota, al menos hasta la última hora, no da órdenes de equipo y sus pilotos pueden pelear entre sí, siempre que no pongan en riesgo el doblete que desea el equipo japonés.
En el tercer relevo, con "Pechito" López en el nº7 y Nakajima en el nº8, el argentino le dio un gran repaso al nipón, llegando a teber una diferencia de 20 segundos que ya parecía un abismo.
Pero de nuevo les tocó pilotar a Kobayashi y Buemi y empezó una nueva carrera. Buemi, auténtico protagonista en esta carrera, recuperó el tiempo perdido por Nakajima, que reconoció al final que no había sido un buen día para él.
El suizo se puso primero y el equipo decidió que siguiera pilotando, aunque a Fernando le quedaba un relevo, y recibiera el banderazo de la victoria. Se lo había merecido, aunque terminó exhausto.
Con esta victoria, la tercera consecutiva después de Spa y Le Mans, el trío del coche nº8 se consolida en el Campeonato con 26 puntos de ventaja sobre sus compañeros.
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