Mercedes Clase A 2018

Aún no se ha desvelado siquiera su estética por lo que es pronto para asegurar nada del próximo Clase A.

Aún así, todos los rumores apuntan a que heredará la tecnología de conducción autónoma directamente del Clase S.

Recordemos que el sistema denominado Drive Pilot, una especie de piloto automático que, integrado junto al control de crucero adaptativo, es capaz de guiar al vehículo de forma autónoma y mantener la distancia previamente seleccionada con el coche de delante, hasta velocidades de 210 km/h. Una serie de cámaras y sensores de radar aportan una información muy precisa del entorno más cercano y de lo que tenemos a una distancia de hasta 250 metros enfrente de nosotros.

Cuando decidamos activar la función, el coche toma las riendas de todos los mandos y con la referencia de las líneas que delimitan carretera nos libera de la tarea de conducir. Lo único que pide, de vez en cuando, es que situemos las manos en el volante para asegurarse de que "seguimos ahí".

En caso de que las líneas no existan o estén borrosas, le servirán para orientarse los coches de alrededor y las estructuras que haya en paralelo. En dichas circunstancias, la velocidad máxima no puede superar los 130 km/h.Además, el control de crucero se puede programar para que se ajuste a la limitación de velocidad de cada momento, cosa que hace ayudado por el sistema de reconocimiento de señales. Así, aumenta o disminuye el ritmo según las circunstancias.

Cuando el nuevo Mercedes asume esa función de guiado autónomo, puede parar y ponerse en marcha automáticamente, al tiempo que lo haga quien esté situado delante. Si la parada dura más de treinta segundos, se desactiva el sistema.

También cambia automáticamente de carril si damos el intermitente, cuando vea que no viene nadie a quien podamos entorpecer.

Pero, quizá, lo más impresionante del Drive Pilot es su capacidad de detenerse por sí mismo, si cree que algo le pasa al conductor. Después de un tiempo en el que ve que éste no interactúan con ningún mando, el sistema emite señales ópticas y acústicas para que dé alguna señal de que está consciente. Si pasado un rato sigue sin reaccionar, el automóvil empieza a frenar progresivamente hasta detenerse en el carril por el que circula, y pone los dobles intermitentes para avisar a los conductores que puedan venir por detrás. Si tras esos pasos continúa sin haber respuesta, automáticamente se emite una llamada de alerta al centro de emergencias.

Además podría incorporar el sistema que aparca el coche sólo.

Se espera una generosa gama de otores diésel y gasolina, una versión híbrida y una variante prestacional AMG de, al menos, 400CV.