GP de Turquía F1 2020

Lewis Hamilton hubiera ganado el título en Turquía con un abandono, podría haber igualado al mito de Michael Schumacher con una actuación pobre, intrascendente. Pero el nuevo heptacampeón estuvo a la altura de la gesta a la que se acercaba en unas condiciones terribles para el automovilismo, sobre un asfalto impracticable. Sergio Pérez y Sebastian Vettel de Ferrari completaron el podio después de una emocionante carrera en Estambul.

Llovió, se igualaron las fuerzas. O eso dicen que pasa cuando el firme deja de ser eso y los monoplazas más rápidos del planeta se convierten en máquinas deconocidas. En la Fórmula 1 el coche importa mucho, demasiado, y siempre se desea un gran premio de igualdad pasado por agua. Pues bien, el día que eso sucedió, este sábado en Estambul, sobre un circuito impracticable, la pole la hizo Lance Stroll con el Racing Point.

Los Libres 1 y2 del GP de Turquía se vieron protagonizados por numerosas salidas de pista, trompos y contratiempos ante un asfalto que la F1 no pisaba desde 2011. Los compuestos elegidos por Piewlli resultaron excesivamente duros en un circuito reasfaltado.

El país euroasiático regresa a la categoría nueve años después de celebrar su último evento en Istanbul Park, en 2011, donde Sebastian Vettel, Mark Webber y Fernando Alonso coparon el podio. Los organizadores querían espectadores, pero será a puerta cerrada.