Adiós, María

Hace unas semanas la llame para invitarla a una de las reuniones-comida de la Peña Periodística Primera Plana. Era una perfecta candidata al Premio Naranja, que otorgamos en  esta agrupación de profesionales de información. Se lo dije a nuestro Presidente, José Ramón Pardo, y fue tajante: ¡Invítala! Hable con su hermana y me dijo que se lo diría. A los pocos minutos, como siempre, me devolvió la llamada y me comento: “Estoy muy liada, pero voy a mirar la agenda y te vuelvo a llamar” No ha tenido la oportunidad. Se ha ido para siempre

Quería volver a pilotar lo que fuera. Era su vida. Se había integrado en el equipo de BMW para llevar la promoción del “Mini” . Y una de estas ideas fue la de hacer que una estación de “Metro” fuese el escenario de una exhibición de conducción del pequeño coche del grupo alemán. El resultado ha sido un éxito, como se ha demostrado por la difusión que ha tenido en todos los medios televisivos.

A pesar de las secuelas, estaba en plenitud de facultades. Quería volver a competir y había conseguido que Carlos Gracia, Vicepresidente de la Federación Internacional de Automovilismo, interviniera para lograr de nuevo su licencia.

Era una mujer excepcional. La conocimos desde niña y hemos seguido de cerca su trayectoria deportiva, que le inculcaba su padre, Emilio de Villota. Desde bien pequeñita, además.

Siempre que la veía me preguntaba por mi hijo, que fue compañero de ella en el Colegio San Estanislao de Kosca, en Ciudad Campo. También compartió volante con él en una competición de resistencia de Hyundai. Siempre tenía palabras agradables. Era un encanto de mujer.

Cuando esta mañana me llama mi hijo y me dice: “ha muerto María” ¿Qué María?, le pregunte. “María de Villota. La han encontrado muerta en la habitación de un Hotel en Sevilla”, me cuenta consternado.

No supe que decirle. Fue algo tan inesperado, que no daba crédito a lo que estaba oyendo. Miro por Internet y lo que parecía increíble resultó ser una realidad. Después me llamaron algunos compañeros de la Peña Periodística Primera Plana, que tuvieron la oportunidad de conocerla en uno de habituales almuerzos en la que estuvo de invitada antes del grave accidente de Inglaterra. En las dos horas de aquén encuentro, la mayoría quedaron fascinados. Conocieron a una mujer todo coraje, pero con la delicadeza de una mujer encantadora.

Me siento consternado. Desde aquí solo me queda dar mis más sinceras condolencias a sus padres, hermanos y esposo, hacía tres meses que había contraído matrimonio. El deporte del automóvil ha perdido una gran mujer. Descanse en Paz