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MotoGp versus Fórmula Uno

Por Tomás Diaz-Valdés
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tdiazvaldesmotorpointcom/11/11/22
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      Después de asistir como espectador televisivo al Gran Premio de Qatar de MotoGP y al Gran Premio de Australia de F-1, competiciones, ambas, que han dado comienzo a la temporada 2014, no tengo la menos duda: ¡Me quedo con las motos! Se que esto puede quedar mal y que los “finolis” me tachen de hortera y barriobajero. ¡Me da igual! Es cuestión de espectaculo. ¡Que diferencia! No hay color.

      Muchas veces se lo he comentado al artifice de este tiglado, Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, que es la organización que ha colocado al motociclismo de velocidad como uno de los mayores espetaculos del mundo. Lo de CEO (Consejero Delegado, Presidente o como quieran llamarlo) lo digo para que vean que uno tiene su cultura lingüística). Es decir, que lo de hortera y finolis es una gilipollez.

     Pero vayamos al grano. Ver lo que se vio, unos pagando la “taquilla” de Dorna –este fue mi caso- y otros en diferido por Tele5, no tiene parangón. Las dos ultimas vueltas de MotoGP fueron de infarto. Con un “niño” y un “maestro” (Márquez y Rossi) dejándose la piel de sus monos con unas inclinadas que superaban los 50 grados. Algo insólito que gracias a las cámaras de televisión se viven de distinta forma a como se vivia hace años.

     El que esto escribe lleva más de cincuenta años presenciando carreras. Viéndolas de distinta manera. En vivo, en directo, viajando de aquí para allá. Casi treinta años como enviado especial del Diario “AS”. Ahora sentado en mi sillón y con mi Mac y Ipad conectados, que me permiten disponer de una información excepcional. Puedo comparar y concebir las carreras de distinta forma; incluso, mucho mejor que cuando iba de circuito en circuito, de país en país. Es más, dispongo de muchos más medios para adelantarme a los comentaristas de turno. La experiencia es un grado, dicen; pero el DNI no perdona, amigos.

      En suma, he llegado a la conclusión que comento al principio: No hay color entre una carrera de F-1 y MotoGP. Del aburrimiento, especialmente esta temporada con la nueva reglamentación, a la emoción constante. La F-1 se ha convertido en el mejor somnífero de la actualidad. Mucho tendrá que cambiar la normativa el Sr. Ecclestone para alcanzar el nivel competitivo de MotoGP, donde el piloto es un factor determinante para conseguir el triunfo.

     Es una pena que socialmente el motociclismo no tenga la etiqueta de la F-1. Es cuestión de “pasta”, como me decía hace poco mi buen amigo Angel Nieto. Sin embargo, la gente más joven pasa de tonterías. Prefiere un buen espectáculo y divertirse con unas competiciones como las que nos ofrece Nadal y Márquez. Dos monstruos del deporte, sin menospreciar a Fernando Alonso, que en las ultimas temporadas no ha apostado por caballo ganador, aunque vaya subido en el “Cavallino Rampante”. 

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