Nadie habla claro e informa debidamente. Los medios, mejor dicho sus informadores ó colaboradores, se callan, aún conociendo el problema. Están en el día a día, junto con los protagonistas. Pocos, por no decir ninguno, cuenta la realidad. "Por favor no digas nada, es “off record”, les dicen. Y lo silencian. Son cómplices de ésta estafa informativa. Es evidente que si difundieran la realidad de la F-1, se les acabaría su forma de vida.
Viene esto a cuento por las informaciones que vemos, oímos y leemos en los diferentes medios de comunicación sobre el tema de Fernando Alonso. El que fue y ahora no es. ¿Qué pasa? ¿Qué sucede? Es la pregunta que se hace la gente. ¿Cual es el problema de Fernando Alonso? ¿Cómo un piloto que ha ganado dos Campeonato del Mundo se encuentra en la cola del pelotón? No lo entienden. Desconoce lo que es esta disciplina deportiva. No saben que en esta especialidad lo importante es la máquina, el coche. Y, éste, no funciona.
Basta con decir que entre un piloto de primer nivel y otro de la misma categoría puede haber, como mucho, una diferencia de décimas de segundo. Sin embargo, entre un coche bueno y otro menos bueno, hay segundos. Siempre hablando de una vuelta al circuito, sea cual fuere sus características. Es decir, el factor coche es el que manda, como hemos dicho en multitud de ocasiones.
Dada la diferencia entre el McLaren y un Ferrari -no hablemos de los intocables Mercedes- es de más de un segundo por vuelta. Es una comparación que afecta a la moral del piloto. Por mucho que quiera arriesgar, el margen es insalvable. No hay ser humano con capacidad de acortar esta distancia.
Ellos, los pilotos, y este caso Fernando Alonso , no va tirar piedras contra su propio tejado. No puede decir la verdad. Argumentan que el equipo esta en el buen camino, que poco a poco van mejorando y solucionando problemas. Una y mil excusas poco justificadas.
La temporada esta tocando a su fin y los McLaren y los motores Honda no congenian. Mientras tanto la moral de los pilotos esta por los suelos. Es cierto que el dinero remedia muchos males y tapa muchos agujeros. Supongo que este es uno de los motivos de tener la boca cerrada.
Sin embargo, los aficionados a este deporte-espectáculo están indignados. Falta competencia, lucha, pero, sobre todo, un reglamento que solucione este "cáncer", cuya metástasis esta arruinando una disciplina que fue espectáculo y que se ha convertido en la “Dormidina” de la siesta dominguera. Sirva este comentario como toque de atención a muchos de esos apasionados informadores especializados con sobrada pasión y tan faltos de profesionalidad.
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