El holandés ha conseguido algo inédito en la entrega de trofeos de la FIA, celebrada en el Lido de Paris, consiguiendo, por primera vez, que un piloto se llevara tres trofeos. Verstappen irrumpió en la F1 después de tan sólo una temporada en F3 de donde venía de los karts. Marco apostó muy fuerte por él y formó un euipo, Toro Rosso, con dos debutantes. El otro sería nuestro compatriota Carlos Sainz, que llegaba como ganador de las World Series y un par de títulos más en su bolsillo en categorías inferiores. Un bagaje más denso que el de Verstappen, pero la mala suerte se cebó en él, con muchas roturas de su motor en varias carreras.
Pero la vida es así. Verstappen consiguió dos cuartos puestos con el Toro Rosso, algo impensable al comienzo de la temporada. Sin embargo Sainz le ganó el pulso en las calificaciones, cosas que no se han tenido en cuenta. Max encandiló a todos con su desparpajo al volante de su monoplaza y uno de los trofeos conseguidos correspondió al mejor adelantamiento de la temporada. El que realizó al brasileño Nasr en Spa, en la curva Blanchimont por el exterior. Este premio lo conceden los espectadores de la F1 que hayan podido participar en la votación.
El premio a Rookie del año lo conceden la Comisión de Pilotos de la FIA, presidida en esta ocasión por Emerson Fittipaldi y compuesta por 12 campeones del mundo y 14 victorias en Le Mans. Y decidieron que el holandés era su elegido. Y el ter trofeo, como Personalidad del Año, lo conceden los periodistas que participan acreditados en diferentes campeonatos de la FIA.
No se si Max Verstappen se lo creía o no y estas fueron sus palabras al recibir los trofeos: “Estoy sorprendido de haber conseguido estos trofeos en mi primer año y estoy muy agradecido. Estoy muy contento con el que me han dado por la Acción del Año y es que disfuto mucho con los adelantamientos. Es un honor el de Rookie del Año, pero mis dos cuartos puestos inesperados habrán contado mucho y muy orgulloso del me ha concedido la Prensa. Esto es un sueño”.
Si (
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