Un resultado que más allá de un número, supone para la piloto una gran satisfacción y orgullo por haber terminado la prueba. "Ha sido un Dakar muy completo, muy duro, pero a la vez muy bonito". decía a su llegada a meta.
A pesar de la dureza de la primera semana, fue en la segunda cuando a Cristina se le complicaron las cosas. "Todos pensaban que la primera semana iba a ser dura, pero para mí los problemas llegaron en la segunda. Hemos enlazado cuatro días sin dormir. La etapa de Fiambalá por la noche fue una odisea. Ayer estábamos en el enlace los dos durmiéndonos en el coche. En los últimos cinco días, dormimos dos horas y porque nos fuimos cambiando en algún enlace", comentaba muy satisfecha en la meta de Córdoba deseando ir a dormir.
"El momento más duro, cuando lo dimos todo por perdido fue cuando se nos rompió el turbo y no sabíamos si remolcados conseguiríamos llegar a tiempo al enlace. Hubo un momento en que el camión se quedó atascado y casi vuelca, ahí pensé, se acabó. Por suerte pudimos hacer un gran hoyo en la arena y de repente el camión bajo. Siempre les estaré agradecida. Les debo un Dakar".
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