Fue en el año 2016 cuando SEAT lanzó finalmente su primer SUV, el SEAT Ateca, y desde entonces se han sumado a la familia tanto el SEAT Arona como el Tarraco. De hecho, actualmente estos tres modelos suponen el 50% de las ventas totales de la compañía.
Para SEAT el Ateca es un producto redondo, por lo que su fórmula en este primer lavado de cara se mantiene inalterada, pero incorpora las últimas novedades tecnológicas de la firma y ajustes en su diseño para no perder comba con los últimos estrenos.
Exterior
Ante el nuevo SEAT Ateca nos encontramos con su estética renovada y más atractiva, materializada esencialmente en el frontal. La parrilla hexagonal con entramado tridimensional, más grande, sigue la estela de la que monta el SEAT Tarraco y va enmarcada por unos faros que mantienen su forma pero son ligeramente más pequeños e integran tecnología Full LED en todas las versiones. También cambian los paragolpes delanteros, ganando músculo por el camino.
En la parte trasera, encontramos de igual manera nuevas defensas, con una moldura metálica más grande, y aunque la denominación se mantiene en el mismo sitio, toma la tipografía que utiliza la nueva generación del SEAT León. Además, las versiones más completas, como es el caso pues la que hemos probado que es el más alto, el FR, estrenan intermitentes dinámicos para las ópticas posteriores.
La línea lateral apenas presenta cambios, más allá de los 10 diseños de llantas que estrena en este restyling, y tampoco hay grandes modificaciones en las cotas exteriores.
Interior
En términos de habitabilidad mantiene la del modelo saliente: las plazas traseras ofrecen buen espacio para las rodillas, así como para la cabeza. Ahora bien, el asiento central es algo incomodo, así como los reposacabezas: al menos para una persona de 1,64 metros y en el acabado FR. Lo ajustamos de diferentes maneras y no acabamos de encontrar una buena postura.
El maletero sorprende por su amplitud para un SUV compacto, sobre todo por la amplia distancia desde la boca hasta el respaldo de los asientos posteriores, incluso en la variante de tracción total que adolece 25 litros menos. En el caso de la unidad que hemos probado no consta de doble fondo, pues equipa la rueda de repuesto (opcional), aunque incluye dos oquedades laterales y otras dos rectangulares al levantar el piso.
Además, desde las plazas traseras se puede acceder al maletero al bajar el reposabrazos central, equipado con dos posavasos, lo que puede resultar muy útil. Para abatir los asientos encontramos dos pestañas en las paredes del maletero, aunque están bastante lejos de la boca de apertura, dificultando su accionamiento en personas de baja estatura.
Tecnología
Al acceder al habitáculo apreciamos que el SEAT Ateca 2020 da un salto en calidad percibida gracias la inclusión de nuevos materiales para las molduras de las puertas o las nuevas tapicerías, que en el caso del FR son de Alcantara en combinación con piel y con costuras en rojo. Pero sobre todo, por la llegada de la instrumentación Digital Cockpit de 10,25 pulgadas, que monta sin sobreprecio en cualquiera de sus acabados.
La misma ofrece hasta tres diseños diferenciados: uno con esferas clásicas para el cuentarrevoluciones y el cuentakilómetros, otro mostrando estos relojes pero más minimalista y una tercera que sólo muestra el hacer de los sistemas de asistencia, como el controlador de velocidad adaptativo o el sistema de mantenimiento de carril activo.
En el caso de las dos primeros, la información central puede variarse en hasta seis posiciones, replicando por ejemplo el navegador, la información multimedia o el estado del vehículo. Todo ello lo hacemos desde el propio volante multifunción, que también es de nueva factura, pudiendo ser calefactado opcionalmente, y que también permite activar su tecnología de asistencia activa, además de ser bastante intuitivo.
Y a éste se suma el nuevo display multimedia de interfaz mejorada y simplifica, que puede ser de dos tamaños: 8,25 pulgadas o 9,2 pulgadas. El sistema de infoentretenimiento mejora en conectividad, incluyendo la compatibilidad de Apple Carplay, inalámbrica, y Android Auto, que sí requiere cable, a través del sistema Full Link.
Conducción
La variante del nuevo Ateca que equipa el propulsor TSI 2.0 TSI de 190 CV, monta un cambio DSG y la única asociada a la tracción integral 4Drive. Es decir, la que representa el tope de gama del renovado Ateca. Acelera muy bien, frena mejor todavía y se desenvuelve a la perfección en terrenos revirados y más exigentes.
Esta versión se distingue del resto de la familia Ateca por contar con seis modos de conducción: a los Normal, Eco, Sport e Indidividual se suman los específicos todoterreno Off-road y Snow. Ya que teníamos unos metros de tierra al destino, aprovechamos para accionar el Off-road, pero al ser el camino bastante liso y amable, no apreciamos mucha diferencia.
En este punto toca hacer mención al nuevo selector de los modos de conducción: una cómoda ruleta situada junto al freno de mano electrónico, siendo este último de serie en cualquier versión. Esta opción es más ergonómica que los habituales botones, pues nos permite navegar entre modos sin levantar la vista del volante, mostrando el modo seleccionado en la instrumentación y en el display.
Siempre se agradecen mandos físicos en unos interiores que tienden al minimalismo y a la pantalla multimedia como centro de manejo. Y en el Ateca la funciones más utilizadas se pueden manipular con elementos físicos ya sea desde las teclas del volante, la mencionada ruleta o botones, como es el caso del sistema de climatización.
La suspensión, que en esta unidad iba acompañada del opcional Control Dinámico de Chasis (DCC) que incluye amortiguación variable, es confortable, encontrando un buen equilibrio si ser blanda ni excesivamente dura.
Asistencia y conectividad
El otro gran pilar en el que se asienta este regenerado SEAT Ateca es la nueva tecnología que incorpora. Así que tocaba comprobar el hacer de sus sistemas de asistencia a la conducción, como por ejemplo el control de crucero adaptativo, que combina su hacer con el asistente de carril. Aprovechamos una larga recta con bastante tráfico para activarlo y nuestras sensaciones han sido muy buenas.
Tras marcar la velocidad, que puede bajarse o subirse kilómetro a kilómetro desde el volante, va ajustando la velocidad según el vehículo que nos precede, a lo que se suma que también puede ajustarse a la marcada por la vía si equipa el sistema de detección de señales. La distancia con el vehículo que circula delante puede regularse hasta en tres posiciones.
Así, dejando hacer el sistema, aunque siempre con las manos en el volante o salta una alarma visual y acústica, el vehículo que nos precedía frenó por completo para realizar un giro y también lo hizo a la perfección el Ateca. Pero al no tratarse del asistente de atascos, el sistema tras la detección no arranca solo: siempre deberemos ayudarle pisando ligeramente el acelerador.
El asistente de mantenimiento activo de carril, pues es efectivo pero muy suave, no siendo nada brusco ni intrusivo: poco después de pisar la línea del carril, te devuelve amablemente al mismo. Si realmente queremos rebasar la línea, por ejemplo para sortear un ciclista que circula por el arcén, basta con accionar el intermitente para que no se active.
Estos dos sistemas se incluyen de serie desde el segundo acabado Style, no obstante el resto de tecnologías de asistencia del Ateca siempre son opcionales, como es el caso de la frenada de emergencia, la alerta por tráfico cruzado posterior al salir de una plaza de aparcamiento, o el detector de ángulo muerto.
Además, el SEAT Ateca ofrece ahora más funciones de conectividad, incluyendo un asistente de voz natural. El mismo se activa cuando decimos, "Hola, hola" o bien desde una tecla del volante, aunque es bastante limitado si lo comparamos con otros modelos del Grupo Volkswagen como el mejorado de Skoda, que probamos en el nuevo Octavia. Así, si le decimos "tengo frío", no indicará que podemos ajustar nosotros mismos la temperatura con el sistema de climatización, pero él no lo hará.
El interfaz es configurable, pudiendo dividir la pantalla para que muestre el reproductor y a la vez el navegador. Además, el volumen de las indicaciones de Google Maps pueden ajustarse desde el volante, que podemos subir o bajar mientras justo cuando "habla", evitando así que tengamos que operar en el display y sin afectar al volumen de la música o radio. Lo malo es que no se replica el mapa en la instrumentación digital como sí hace el navegador integrado.
Más allá de las funciones Mirror Link el sistema multimedia del SEAT Ateca incluye una SIM integrada por lo que tiene conexión a Internet. Y además disfruta de los servicios SEAT Connect, gratis durante 10 años, y puede acceder a funciones remotas desde la app de mismo nombre como localizar el vehículo, abrir o cerrar puertas, apagar o encender las luces.
El nuevo Ateca combina bien funcionalidad con tecnología, calidad y diseño. Y acompañado por la mecánica de gasolina de mayor entrega y el acabado FR se convierte en un SUV compacto más que interesante y cercano a segmentos superiores.
Gama
El SEAT Ateca ya se comercializa en España, en cuatro acabados: el base Reference, el intermedio Style, el recién estrenado X-Perience con acentos más todoterreno y el deportivo FR.
Cuatro son las mecánicas disponibles, tres gasolina, de entre 115 CV y 190 CV y una diésel materializada en un bloque 2.0 TDI de 150 CV. Más adelante, se completará la gama de gasóleo con el diésel de acceso, también 2.0 TDI, pero de 115 CV.
Todas las opciones son tracción delantera, excepto la de 190 CV que es 4Motion, y en el menú también encontramos cambio manual de seis velocidades, así como el automático de doble embrague de siete relaciones según versión. Se libran del impuesto de matriculación el diésel en acabado Style y el gasolina de 115 CV en acabados Reference y Style.
Si (
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