Gran Premio de China

¡Que coñazo! Esta es la expresión general de los que vemos las carreras de F-1 en su versión 2015. El pasado año eran un bostezar continuo y el mejor somnifero para después de comer. Esta temporada por vamos por el mismo camino. La superioridad de los coches de la estrella es de tal nivel, que lo unico que despierta al espectador es la salida y los cambios de estrategia. No hay más. El proximo gran premio sera uan repetición de este y así continuará hasta que los "sabios" del lugar no pongan remedio. ¿Quién podía pensar que Fernando Alonso, campeón del Mundo, terminaría a una vuelta de ganador? Pues así ha sido, el que fuera Campeón se ha convertido en telonero junto a su compañero -también Campeón del Mundo- Jenson Button. Carlos Sainz ha terminado por detrás de éstos (puesto 14), también a una vuelta. Lo dicho, un ¡coñazo!

Después de los visto desde que se ha iniciado la temporada de F-1, hablar de pilotos es una quimera. Lo que cuentan son las máquinas. Si Carlos Sainz, uno de los debutantes de esta disciplina pudiera conducir uno de los Mercedes, estaría luchando por los primeros puestos. ¡Seguro! Lo mismo sucede al revés, dos campeones del Mundo, como Fernando Alonso y Janson Button, sin un coche competitivo, están en la cola del pelotón. Es la Fórmula Uno