La causa del problema, según los documentos de la NHTSA, es una válvula de expansión electrónica que experimenta interrupciones en la comunicación del controlador, lo que hace que se pare. Con el tiempo, una acumulación de interrupciones y realineaciones puede hacer que la válvula de expansión electrónica se abra sin querer y atrape refrigerante dentro del evaporador. Y eso podría agotar el refrigerante de los componentes activos en el sistema y conducir a una parada del compresor a prueba de fallos.
Afortunadamente para los clientes de Tesla, el fabricante de automóviles cree que la raíz del problema radica en el software, por lo que una simple actualización puede evitar que el problema vuelva a ocurrir.
Por otro lado, el resultado es una pérdida de calefacción de la cabina, especialmente a temperaturas de -10 °C, hace que salte un mensaje en la interfaz de usuario que indica que el sistema HVAC no está disponible. Y si bien eso es profundamente molesto para los conductores, también podría ser peligroso, ya que afecta a la capacidad del desempañador para despejar el parabrisas.
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