La influencia de los diferentes gobiernos de nuestro país en el sector del automóvil son evidentes. En los ultimos cuatro lustros, con tres gobiernos con dos siglas diferenciadas han hecho cambiar la trayectoria de la subida y bajada de este importante sector industrial y comercial
Analizando el mercado del automóvil en los ultimos veinte años podemos observar las diferentes etapas del mismo. En este periodo se han alternado en el Gobierno de España, el partido Popular y el Partido socialista.
La primera etapa, desde el año 1996 hasta el año 2003, bajo el mandato de José María Aznar, el sector del automóvil se desarrollo de forma progresiva, pasando de 900 mil unidades matriculadas a 1,3 millones de unidades vendidas.
A partir del año 2004 toma el poder del Gobierno José Luis Rodriguez Zapatero. Los dos primeros años de su legislatura el mercado fue creciendo gracias a las inercias de los últimos años del Partido Popular. Sin embargo, el Gobierno del PSOE fue negativo para el sector, aunque en el año 2005, se consiguió el año récord de ventas de coches, superando el millón y medio de turismos matriculados.
A partir de aquí, se inició una caída que ha durado hasta el 2012, pasando de un millón y medio de coches ha 649 mil matriculaciones, al termino de la legislatura de Zapatero. La crisis, la de los “brotes verdes”, dio un importante zarpazo a uno de los sectores más influyentes en la economía de España con es la del sector de automoción.
La llegada al Gobierno del Partido Popular con el mandato de Mariano Rajoy ha supuesto un balón de oxigeno para esta industria. Tan es así, que desde el año que comienza la legislatura el mercado ha crecido año tras año, alcanzando en este último año el millón de unidades matriculadas. Un hecho que no sucedía desde 1998.
Mantener el Plan PIVE ha sido uno de los principales alicientes de este suceso. Pero no podemos olvidar las facilidades de financiación a través de las propias marcas, así como la ligera mejoría de la economía en general.
Es evidente que España es un mercado de 1,3 o 1,4 millones de matriculaciones por año en circunstancias normales. Pensar en superar estas cifras sería una anormalidad.
Sea lo que fuere, estamos en el mejor de los caminos. Esperemos que la gobernabilidad de nuestro país alcance su fase normal y el mercado de nuestro sector alcance las cotas previstas.
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