El Parlamento Europeo ha aprobado prohibir los vehículos a gasolina y diésel para 2035, con el objetivo de reducir en un 100% las emisiones de CO₂ de los vehículos nuevos. Esto contribuirá a la transición energética y al ahorro de combustible. España se encuentra por debajo de la media europea en cuanto a movilidad eléctrica, pero cada vez más personas se animan a usar vehículos eléctricos.
El Parlamento Europeo ha aprobado para 2035 la prohibición de los vehículos a gasolina y diésel, lo que contribuirá a acelerar la transición energética con una disminución de plazos.
Los estados miembros han acordado reducir en un 55% las emisiones de CO₂ de los coches nuevos con respecto a 2021. Para 2035, el objetivo es lograr una reducción del 100% de las emisiones de CO₂ de los vehículos nuevos.
Actualmente, los coches eléctricos ofrecen ahorro y autonomía adicionales. Sin embargo, según un estudio realizado por SotySolar, el 32% de los españoles desearían comprar uno en el futuro cercano pero creen que todavía no funcionan bien o que no hay suficientes facilidades.
A medida que más personas se animan a usar vehículos eléctricos, la necesidad de contar con sistemas de recarga adecuados para garantizar la autonomía del coche es cada vez mayor.
De acuerdo con el último Barómetro de Electromovilidad publicado por Anfac en el tercer trimestre de 2022, España tiene 14,6 puntos en el indicador global de movilidad eléctrica, lo que equivale a menos de la mitad de la media europea (30,3 puntos).
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