Estos datos -dados a conocer en la jornada profesional "Espacio VO" organizada por Ganvam en la Fundación Pons de Madrid para abordar el impacto del cambio digital y ecológico en la industria del coche de ocasión- demuestran que las empresas y las compañías de alquiler no están renovando flota y, por tanto, dejan de nutrir con vehículos usados jóvenes al mercado de segunda mano. De hecho, las empresas de alquiler perdieron casi el 30% de las ventas de coches usados, mientras que las empresas representaron más del 22%.
Esta brecha en la oferta se desplomó así en la primera mitad del año al 38,3% del tráfico de coches usados de entre 1 y 3 años, lo que representa el 4,5% de las ventas totales de vehículos usados. Una tendencia que se invertirá en la segunda mitad de año, con una previsión de cierre de unas 2.030,00 unidades aproximadamente (+1,6%).
Por su parte, los datos de Ganvam evidencian que los principales protagonistas del mercado de ocasión están siendo los modelos de más de 15 años. Sus operaciones -realizadas, sobre todo, entre particulares- acumulan un aumento del 10,4% en lo que va de año, concentrando casi 4 de cada 10 transferencias, con el correspondiente impacto negativo para la seguridad vial y la consecución de objetivos orientados a alcanzar la neutralidad climática.
Para Ganvam, esta situación pone de manifiesto la necesidad de poner en marcha políticas mucho más activas y eficaces de achatarramiento, que convertirán el rejuvenecimiento del parque -y no solo su electrificación- en pieza clave de la transición ecológica. Según datos del patronal de distribuidores oficiales e independientes, un vehículo de más de 15 años emite un 90% más de partículas nocivas y un 84% más de óxido de nitrógeno (NOx) que un coche que cumple la normativa europea actual Euro VI, por lo que para acelerar esta transición y hacerla accesible a todas las rentas y perfiles sociales, los planes de incentivo seguramente apoyarán tanto el vehículo nuevo como el usado de hasta cinco años con independencia de la tecnología que lo propulse.
Así, en un contexto en el que el se aspira a alcanzar cinco millones de vehículos electrificados en 2030, lo que exige multiplicar por más de 27 la cifra actual, el apoyo al usado en los aviones de incentivo supondría en elemento acelerador. De hecho, las ventas de usados 100% eléctricos -aunque apenas supondrán todavía el 0,7% del total- superarán las 14.000 unidades a cierre de año, lo que supone un aumento de alrededor del 36% en un contexto en el que el mercado de ocasión se situará más de un 3% por debajo de 2019.
El interés por el usado eléctrico lo analizó también el estudio presentado por el director de Relaciones Institucionales de Coches.net, Marcel Blanes, en el que a través de una muestra de 4.000 usuarios. En concreto, el 25% de los interesados en un vehículo de ocasión, se plantea comprarlo eléctrico, si bien la autonomía (51%), la falta de una red tupida de puntos de recarga (49%) y el elevado precio de adquisición ( 38%) conforme el top3 de razones para pensarlo dos veces.
En este sentido, el pone de manifiesto que la puesta en marcha de un programa de incentivo al achatarramiento que incluyera el usado estudio de menos de cinco años dinamizaría la compra de estos modelos, acelerando el salto al eléctrico y la renovación del parque. Prueba de ello es que un 71% de los potenciales compradores de VO realizarán la compra de existir un plan de estímulo con estas condiciones.