Germán López Madrid, presidente de Aniacam, manfiesta:"No solamente hemos vuelto a la situación que tenía España hace más de 25 años en el volumen de matriculaciones, mediados de los años 80, sino que además recuperamos la misma carga impositiva que se tenía antes del 1 de Enero de 1986, con la llegada del IVA a la península y del IGIC a Canarias, ya que en aquellos años 80, en España, con un mercado de 700.000 unidades y una población de 36 millones de habitantes, se pagaba el impuesto de lujo del 33% en la compra de los automóviles."
Actualmente, con 47 millones de habitantes en España, cerraremos con 700.000 matriculaciones, y con una carga impositiva que varía del 21 % del nuevo impuesto del IVA, al 36% cuando se le añade el máximo tipo del impuesto de matriculación, por lo que nuevamente en España, alrededor de un tercio de lo que paguen los particulares por un automóvil, son impuestos, en una situación en la que la falta de la demanda del canal de particulares en vez de estimularlo, lo hundiremos aun más.
Lo peor de todo este incremento, va creará menor consumo y por tanto menores ingresos para el sector, que harán insostenible la supervivencia de muchos concesionarios con el consecuente incremento del desempleo; acentuando la tendencia que ya se viene produciendo de cierres y despidos en el sector. También creemos que puede afectar a la inversión de las empresas del sector en nuestro país que cada vez lo ven menos atractivo.
Por ello, ahora, más que nunca, se deberían de tomar medidas contundentes y creemos que la principal debe estar enfocada a la creación de un plan de rejuvenecimiento del parque automovilístico que tendría beneficios medioambientales y menores tasas de siniestralidad. Y además, como hemos comentado en otras ocasiones, no sólo no supone un gasto para el Estado sino que le proporcionaría ingresos adicionales. Así, hay que recordar que en los anteriores planes de achatarramiento, se llegó a incrementar en casi 100.000 unidades adicionales en un año y, esos 100.000 vehículos, representaron más de 40 millones de euros netos para el Estado, solo en concepto de mayor recaudación de IVA. También apostamos por la supresión progresiva del impuesto de matriculación manteniendo criterios basados en las emisiones de CO2.
Como decimos, la situación del sector esta bajo mínimos. Concesionarios que están por debajo del punto de equlibrio, sin beneficios y con un incremento en sus perdidas, se veran obligados a cerrar sus instalaciones, como esta sucediendo cada día.
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