Tenía preparada su temporada en las World Series, pero no se lo ha pensado ni en segundo en aceptar la oferta de Manor y debutar en la máxima categoría. El año pasado mantuvo un duelo inesperado con Carlos Sainz por proclamarse Campeón, si miramos como era su monoplaza al comienzo de la temporada. En la última carrera, en Jerez, tuvo muy mala suerte y no pudo redondear una, digamos, media temporada espléndida. Este año se plantea un doble reto: hacer la temporada completa en World Series y seguir en la F1 con Manor. Su problema, como el de tantos talentos desperdiciados, es el maldito dinero.
¿Qué balance hace hasta ahora de este año que acaba de comenzar?
En Fórmula 1, Manor ha logrado grandes avances en muy poco tiempo. Todo el equipo está haciendo un trabajo enorme, y es todo un éxito que hayamos logrado terminar todas las carreras hasta ahora. En las World Series, tenemos que corregir cosas. El resultado de Alcañiz no fue el esperado.
Todo el mundo dice que es el máximo favorito en el campeonato de Renault. ¿Cómo lo ve usted?
Es normal que tras los resultados del año pasado, esté en el grupo de favoritos, pero sin olvidar que hay una gran competencia, una parrilla muy fuerte. Gente como Rowland o Vaxivbierre, son pilotos muy rápidos y cualquiera puede vencer.
¿Qué fallo en Aragón?
No tenemos el coche donde queremos. Hemos padecido problemas de set up, pero todo el equipo hemos decidido hacer piña para encontrar soluciones y escalar en la clasificación.
¿Le preocupa haber perdido tantos puntos?
No, tan solo hemos disputado una carrera, y el certamen se presenta muy igualado. A estas alturas todo está por decidir.
El próximo fin de semana disputará el Gran Premio de España. ¿Alguna sensación especial?
Hombre, sí, correr en casa siempre es un aliciente, y el Gran Premio de España de F1 siempre ha sido un referente para mi. Estar en la parrilla en Montmeló, rodeado de gente que me sigue y desea que me vaya bien, será una sensación única.
Se rumorea que podría ser su última carrea con Manor. ¿Sabe algo?
Tengo un contrato para todo el año con ellos, y de momento yo soy piloto titular del equipo. Estoy muy agradecido a Manor por la oportunidad que me han dado, independientemente de qué ocurra en el futuro.
¿Cómo ha vivido estas primeras carreras?
Como una gran experiencia. Todo era nuevo para mi, y teníamos un gran desafío por delante, ya que el equipo se puso en marcha muy tarde, apenas sin tiempo para llegar a Australia. El salto desde Melbourne a Malasia fue gigantesco, pero también lo fue el que dimos de Malasia a China.
La parrilla está llena de viejos conocidos, Bottas, Ricciardo, Ericsson, Sainz. ¿Cómo les ve?
Con cierta envidia, claro. Todos ellos llevan coches que les permiten pelear por posiciones que para mi están vetadas por el momento. He competido contra todos ellos en categorías inferiores y, como mínimo, puedo afirmar con total seguridad, que estoy a su nivel.
¿Qué piloto admira más de la parrilla?
Hamilton y Alonso son para mi los mejores. Tienen dos estilos distintos, pero cada uno, en su estilo, podríamos decir que es el mejor.
¿Y cómo se ve usted respecto a ellos?
Bueno, yo no me veo inferior a nadie. De otra manera no podría tener el objetivo de ser algún día Campeón del Mundo. Evidentemente, me falta mucha experiencia todavía para poder estar a su nivel, pero esto es algo que se arregla con kilómetros.
¿Esta satisfecho con su rendimiento con el Manor hasta la fecha?
Sí y no. Estoy satisfecho porque no he cometido errores, he terminado todas las carreras y he logrado acumular mucha experiencia. No estoy satisfecho porque pienso que puedo ser más rápido, además tengo un déficit de diez kilogramos respecto a mi compañero de equipo, que se traduce en unas tres décimas por vuelta. Debo trabajar para corregir esto.
¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de la F1?
La gran repercusión que tiene. En Alemania, cuando corría el DTM, tenía un cierto perfil público, pero nada comparable a lo que ha ocurrido desde que entré en la F1. Ahora me paso un montón de tiempo firmando autógrafos y haciéndome fotos con gente, pero no me importa, aunque te roba algo de tiempo, y no siempre estás de humor, lo agradezco mucho, porque sé que toda esa gente me respeta y aprecia, y eso es algo bonito y estimulante.
Mucha gente le ve como un piloto de F1 atípico en ese aspecto. Es accesible, paciente, cercano. ¿Cambiará?
En absoluto. Siempre he sido así. Es mi carácter. Soy abierto, prefiero tener una sonrisa en la cara a un gesto siempre seco. Y después de todo, en la F1, la gente que te viene a pedir autógrafos, no está en el box, está fuera del paddock, así que te abordan cuando no estás ya trabajando. No veo motivo para no atenderles.
¿Qué queda del Manor de la F3 en el equipo de F1?
Pues quedan varios integrantes de aquella estructura en el equipo. Un data y dos mecánicos, además de John Booth, claro. Ha sido muy bonito volver a reencontrarnos todos en la F1.
¿Es cierto que ya en 2009, cuando el proyecto se llamaba Virgin, se contempló la posibilidad de alinearle de cara al debut en 2010?
Tanto Booth como Lowdom y Hynes, tenían un gran respeto por mis habilidades al volante ya entonces, pero es cierto que yo era muy joven e inmaduro todavía, y probablemente estaba un poco verde para debutar, más en un equipo completamente nuevo, en el que toda aportación de experiencia era muy bienvenida.
DTM. ¿Tiempo perdido?
No, rotundamente no. Es cierto que fueron dos años duros y difíciles, y que no salieron como estaba previsto, pero me hicieron crecer muchísimo a nivel personal. Aprendí a sufrir, a vivir situaciones nuevas para mi, como verme peleando en la parte de atrás. Me hizo más fuerte mentalmente. No sé que hubiera ocurrido si en 2012 hubiera competido en World Series o la GP2, pero ya no tiene sentido planteárselo. El caso es que he llegado igualmente a la F1, que era el objetivo.
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