Esta semana muchos conductores se han despertado con una sorpresa. Sus coches sucios como si hubiesen recorrido una prueba por el desierto. Esto se debe a las precipitaciones pero ¿por qué tanta suciedad?
Pues bien, estos días los centros de lavado de vehículos están abarrotados. Las precipitaciones días atrás han ocasionado mucha suciedad en nuestros vehículos. Esto no es tan inusual en la época en la que nos encontramos.
Al parecer, según informes meteorológicos, la combinación entre el polvo existente en la atmósfera procedente de África con una borrasca presente en la Península han ocasionado esa descarga de agua sucia convirtiendo en barro las precipitaciones.
Las altas temperaturas del período veraniego suelen ocasionar estas acumulaciones que reflejadas en nuestros vehículos se traducen en auténticas acumulaciones de barro.
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