Probamos el modelo más vendido de la marca nipona en sus dos variantes diésel: 1.5 dci y 2.2 d
Exterior
El diseño del Q30 no deja indiferente a nadie. Llama poderosamente la atención por dos motivos. El primero son sus curiosas lineas, en especial las del pilar C en las ventillas traseras. La segunda es que, a pesar de ser el modelo más vendido de la marca, no es fácil verlo por la calle. Por ello, el Infiniti Q30 posee cierto halo de exclusividad, imposible de encontrar en sus rivales más directos como el Clase A.
Y hablando de rivales, desde Infiniti nos aseguran que el Q30 se enfrenta directamente con el Audi A3, BMW Serie 1 y Mercedes Clase A. Pero en persona, parece mucho más alto que estos últimos, y de hecho lo es. Tanto la versión normal (173 mm) como la Sport (143 mm) son más altas que el GLA (134 mm) por lo que estamos seguros de que le robará alguna venta al X1 y Q3.
La versión 2.2 cuenta con el acabado Sport por lo que destaca más. Cuenta con llantas en Antracita de 19", frenos perforados y numerosos detalles en negro a lo largo de la carrocería, como el difusor trasero, que destacan poderosamente y acentúan su deportividad.
Interiores
Respecto al interior, a excepción de la tapicería, ambos coches son prácticamente idénticos, a excepción de los bonitos asientos tipo semibackets forrados en Alcántara de la versión Sport.
"Si has montado alguna vez en un Mercedes Clase A te sorprenderá comprobar como la mayor parte de los interiores son los mismos"
Esto se traduce en unos interiores de calidad y con buenos acabados en general. La pantalla, aunque básica, ofrece numerosa información útil.
Las únicas dos pegas observables son: la visibilidad trasera condicionada por su diseño, pero bueno, "para estar guapo hay que sufrir" y el acceso a los botones del climatizador. Estos están demasiado bajos en el salpicadero y nos obligan a apartar la vista de la carretera.
Respecto al equipamiento, el volumen de ventas de Infiniti no permite ofrecer infinidad de extras, como hace Audi, sino que vienen en forma de paquete en cada una de sus versiones. Hemos echado de menos elementos esenciales como la cámara de visión trasera pero aún así el equipamiento de ambas unidades es bastante completo.
El maletero cuenta con 370 litros de capacidad, en consonancia con sus competidores alemanes. La boca de carga es amplia y sus formas son bastante regulares.
Comportamiento
En este apartado surgen las principales diferencias entre ambos motores. Empezaremos hablando del 1.5 de 109 Cv.
Se trata de un motor turbo desarrollado por Renault. El mismo que encontramos en los A180 y GLA180. Pero no nos llevemos las manos a la cabeza aún. Este motor se caracteriza por su robustez y bajo consumo. De hecho, es el bloque motor más vendido del mundo.
Es un motor carente de respuesta y a pesar de que su caja automática de 7 marchas gestiona muy bien las relaciones, en vías rápidas y puertos de montaña se queda algo corto.
"Su elevada carrocería también tiene bastantes balanceos en curvas cerradas por lo que en este aspecto está bastante por detrás de un Serie 1 o A3"
A cambio, ofrece un comportamiento muy suave en ciudad. Sus irrisorios consumos rozan los 4,3 l/100km y la elevada altura de su carrocería será nuestra mejor amiga a la hora de sortear badenes y bordillos.
La versión Sport 2.2 de 170 Cv es harina de otro costal. Su carrocería es más baja y dura. Tiene alguna deriva motivada únicamente por sus neumáticos, aún así su comportamiento en curva es óptimo. La dirección es bastante directa y en general es fácil divertirse con él.
El motor tampoco tiene nada que ver con el anterior. Es bastante progresivo y lineal para ser un diésel y sorprende ver como empieza a dar de sí a partir de las 2.800 rpm como si fuera un gasolina turbo. Obviamente la potencia decae antes, pero gracias a su caja automática de 7 velocidades nos encontraremos siempre en el rango óptimo.
El motor puede rondar los 6,2 l/100km si somos cuidadosos con el acelerador porque si no será fácil ver como se dispara.
Con este motor existe tamién una opción de tracción total, pero a no ser que vayamos a darle un uso fuera de la carreteras o vivamos en una zona con lluvias o heladas frecuentes la versión de tracción delantera será más que suficiente.
Conclusión
En definitiva, el Infiniti Q30 tiene las características suficientes como para competir con la triada alemana. Ofrece un diseño muy diferenciado e interiores de calidad por un precio que se sitúan entre 1.000 y 3.000 euros menos que sus rivales.
Ha quedado patente que los dos motores diésel que hemos probado son muy diferentes. El de 109 Cv iría destinado a personas que realizan trayectos urbanos y por circunvalaciones principalmente, que buscan un coche bonito y cómodo que además sea barato de mantener.
El de 170 Cv encaja más con los recorridos por autovía. Además, al estar ligado con las versiones Sport y Luxury será esencial para aquellos que busquen un coche lo más equipado posible y que nos de alguna alegría de vez en cuando.