El 2017 ha sido sin lugar a dudas el año del Toyota C-HR. En un segmento tan saturado de infinidad de opciones como es del de los SUV, Toyota ha sabido crear un producto muy diferenciado que no para de darle alegrías. Sin lugar a duda, su principal credencial es el diseño. A medio camino entre un SUV y un deportivo han conseguido acertar de lleno sobre el consumidor. A ello hay que sumarle una motorización híbrida con pegatina ECO. Sus beneficios, a parte del menor impacto medioambiental y un consumo irrisorio, pasan por poder circular por las grandes urbes evitando las restricciones al tráfico y aparcar en las zonas SER a mitad de precio.

Exterior

Parece que no, pero con 4,36 metros de longitud rivaliza directamente con el Nissan Qashqai (4,4m) que comparamos hace unas semanas y con el Kia Niro (4,2m). El diseño del C-HR no deja indiferente a nadie ya que es arriesgado hasta decir basta. Empezando por el frontal, que cuenta con unos faros LED muy alargados. Su rasgo más característico lo encontramos en el perfil, con un diseño exageradamente musculoso a partir del pilar C. Las puertas traseras tienen la maneta prácticamente en el techo, enfatizando su imagen deportiva y haciendo que parezca más bajo de lo que es. La zaga tampoco se queda atrás. Un imponente alerón preside una luna trasera algo pequeña (para estar guapo hay que sufrir) y los faros tipo boomerang cuenta con intermitentes dinámicos, al más puro estilo Audi.

Interior

Con semejante imagen exterior, el diseño interior no debería quedarse atrás. Y de hecho no lo hace. Lo primero que notamos es lo fácil que es entrar y salir del vehículo. Con una altura libre al suelo propia de un SUV y una boca de carga amplia, no tendremos que hacer ningún esfuerzo en esta maniobra, algo que sin duda agradecerán los clientes que tengan que llevar a sus mayores de forma frecuente y el RAV4 hybrid les resulte grande.

"Es fácil encontrar una posición de conducción cómoda ya que todo el habitáculo está enfocado hacia el conductor"

La pantalla de 8" es intuitiva, moderna y muy completa en términos de información. Los asientos con bordados en rombo son bonitos y cómodos y dejan espacio suficiente para las piernas de personas de elevada estatura. Las plazas traseras no resultan excesivamente grandes pero si suficientes para un adulto de tamaño medio. Aún así, Toyota ofrece soluciones similares como el Prius+ que, de forma opcional, es capaz de albergar hasta 7 ocupantes. En general está bastante bien acabado, con numerosos elementos forrados en goma con pespuntes y plásticos agradables al tacto.

El maletero, con 377 litros resulta algo pequeño comparado con el resto de SUV pero afortunadamente sus formas son muy regulares. Esto tampoco debería ser determinante ya que Toyota afirma que su target son parejas sin hijos de entre 35 y 40 años. Aquellas personas que necesiten más maletero pueden recurris al Auris Touring Sports hybrid con un maletero de 530 litros ampliables a 1.658 litros.

Respecto a los extras, destacamos que Toyota ha equipado muy bien este modelo. De serie cuenta con con avisador de cambio involuntario de carril, control de crucero adaptativo, climatizador bizona, sensores de lluvia y luminosidad, retrovisor interior fotosensible y exteriores calefactables y plegables eléctricamente, sistema de acceso y arranque manos libres o una pantalla a color de 4,2 pulgadas en el cuadro de instrumentos.

Al volante

Toyota ha desarrollado la plataforma TNGA en la que se ha trabajado para reducir todo lo posible el centro de gravedad (puntos de anclaje de la suspensión, motor, dirección, etc.). Se ha conseguido un centro de gravedad 25 mm más bajo que el del Prius y también es un 65% más rígida que la anterior plataforma C de la marca, lo que repercute directamente en un mejor comportamiento dinámico.

"Además, la firma nipona ha estudiado los hábitos y patrones de conducción de los europeos para adaptar el coche a ellos y se nota"

La sensación al volante es de que el coche va siempre muy plano, sin apenas balanceos en su carrocería. Algo completamente impropio en un SUV y muy satisfactorio.

Respecto al motor, el C-HR incorpora el mismo sistema híbrido del Prius, que entrega 122 CV a las ruedas delanteras. Cuenta con un cambio de engranaje planetario que funciona como un CVT, es decir, mantiene las rpm siempre en el rango óptimo.

Este sistema tiene dos marcadas personalidades. Si nuestra conducción es agresiva el motor se revolucionará bastante y no conseguiremos esa eficiencia que nos promete la marca. Pero por otra parte, si conducimos como el 99% de los mortales su comportamiento resulta realmente agradable. Es un coche extremadamente suave y silencioso y además consume muy poco. En vías interurbanas nos situaremos entre los 5 y 6 l/100km en la mayoría de las ocasiones pero gracias a su sistema híbrido, es posible rondar los 4 l/100km en ciudad. De hecho, si somos cuidadosos con el acelerador podremos incluso alcanzar las cifras estipuladas por la marca. Algo impensable en cualquier otro tipo de mecánicas.

En definitiva, la fórmula del Toyota C-HR funciona a la perfección y sus ventas lo demuestran. Toyota ha entendido que existe un grupo de personas cada vez más creciente que busca un diseño atractivo, deportivo y moderno para un SUV sin renunciar a las bondades del etiquetado ECO.

FICHA TÉCNICA Y VERSIONES DISPONIBLES

Precios

Toyota C-HR Hybrid Active: 24.750 euros

Toyota C-HR Hybrid Advance: 25.500 euros

Toyota C-HR Hybrid Dynamic Plus: 29.000 euros