Se mostrará junto con el "número uno". "Muchos de los Veyron vendido -comenta el responsable de la marca, Wolfgang Dürheimer-, son a parte de colecciones privadas y se han comprado como una forma de inversión."
Los últimos ejemplares de este legendario -por nombre- modelo, se han fabricado por encargo, uno por uno, con un precio medio de alrededor de 2,3 millones de euros (sin IVA). En Ginebra, el Veyron Grand Sport Vitesse "La Finale", comprado por un cliente en el Medio Oriente, se exhibirá junto con el número uno fabricado en las instalaciones de Mols.
¿Pero qué tiene este coche para tener ese valor? La exclusividad. Hemos tenido la oportunidad de subirnos y ponernos a su volante. Es incomodo, ruidoso y con mil defectos de todo tipo. Eso sí, tiene un motor con más de 1000 CV de potencia, una velocidad que jamás se podrá alcanzar en una vía publica y el nombre de una leyenda, Ettore Bugatti. Una carrocería realizada en fibra de carbono y melar realizada a nos, un tapizado muy especial.
En suma, una obra de arte especial para coleccionistas con dinero con el único objetivo de su admiración. De utilidad como automóvil, mas bien poca.