La seguridad de los rallys como la de las subidas en cuesta dejan bastante que desear. Es un tema que lleva debatiendo desde tiempo inmemorial. Ahora la tragedia de La Coruña ha vuelto a poner en tela de juicio este tipo de competiciones. La falta de seguridad en estos tramos cronometrados, el prosicionamiento del publico asistente las condiciones de los aficionados que presencian estas pruebas son factores con alto indice de peligrosidad. No es un circuito donde todo esta controlado. En las subidas en cuesta como en los tramos cronometrados de rallys, el público se coloca en los lugares más peligrosos porque son los de mayor espectacularidad. Desgraciadamente, tienen que ocurrir estos hechos para retomar el problema.
La magnitud de la tragedia crece, pues ayer por la tarde se produjo una nueva víctima, la séptima. Una niña de 11 años, que estaba en coma, no superó las primeras 24 horas desde el accidente. Por la tarde fueron de alta otros dos menores y un adulto, que estaban hospitalizados en el hospital Materno Infantil de A Coruña -en el que aún queda un menor ingresado- y en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña. Este centro dio también el alta, a lo largo del día, a seis heridos en el siniestro. Por el momento, otro herido más permanece en la UCI en estado muy grave.
La opinión federativa
Joaquín Verdegay, excomisario de la F1 y de la Comisión de la FIA, confirmaba ayer en Monza la disputa de varios años que mantiene la federación regional gallega con la Federación Española. “Ha sido en un rally regional del campeonato gallego y, al parecer, el organizador no es demasiado competente o no tenía la suficiente gente. Creo que pidió ayuda a otros clubes y no se la prestaron y como en Galicia se hacen las cosas entiendo que con algo de frivolidad, pues igual el público estaba donde no tenía que estar”, afirma Verdegay. “Es triste porque salpica a los rallies, a la especialidad, a Montecarlo y al Mundial, por poner un ejemplo. Jean Todt, presidente de la FIA, estaba muy afectado”, reconoció. Se ha convocado una reunión de urgencia el miércoles en Ginebra para tratar el caso. Pero no está todo tan claro.
Falta de seguridad
Para participar como comisario en un rally del Campeonato de España, la federación estatal exige superar un examen teórico. En cambio, según ha podido saber este diario, en las pruebas gallegas, cuya federación es autónoma de la nacional, basta el DNI para obtener la licencia.
Arturo Fernández, Delegado de Seguridad de la Federación Española, considera que el público estaba mal colocado, “tanto en esa escapatoria como en la de enfrente”, dice tajante.
Varios testigos han hecho declaraciones coincidente: “Era un rasante en curva que hacía que la carrocería basculara y el peso del coche subiera. Quizá, al llegar a la zona me hubiera colocado allí, entre los árboles, pero después de ver el primer vehículo, que pasó con las ruedas en el aire, me hubiese quitado de inmediato”, aseguran. Según el testimonio de este aficionado, no había cintas de seguridad en la zona del accidente, ni comisarios que controlasen estos espacios de peligro.
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