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Los rallyes que viví...
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Los rallyes que viví...

Historia de pasiones:un piloto que terminó como periodista del motor

Por Tomás Diaz-Valdés
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sábado 04 de febrero de 2017, 09:06h

Rafael Cid, un ingeniero que comenzó trabajando en el control calidad de Citroën (Vigo), se inicio en la competición de Rallys, paso por su etapa de comunicador en el Faro de Vigo y continúa con lo que más le apasiona, el arte. Retirado en esa localidad maravillosa portuguesa de Cascais, se decica a pintar, practicar otra de sus pasiones, el piano. Y, ¡como no!, escribir. Este es su último libro

Rafa Cid, con el que convivimos muchos dias de presentaciones con todo lo que lleva implicito, ha escrito un libro interesante. Es un amigo de sus amigos -no en demasia, por cierto-, entre, creo, estoy entre ellos. Es un perfecto conocedor del automóvil. Ingeniero, buen escritor, buen pintor y amante de esa música que lleva en sus genes. Es uno de los pocos compañeros -además de amigo- que con su propio dinero se desplazaba por los circuito de la F-1. Era su pasión.

Pero su otro gran amor han sido los rallyes. Fue un buen piloto que hizo lo que pudo, y más. Destacó de forma rápida dentro de los limites presupuestarios de sus poco patrocinadores. Al final terminó, como sucedía entonces, como periodista del motor. Destacado. No por lo que escribía, que lo hacía bien y con conocimiento, sino por el medio que representaba, "El Faro de Vigo". Los hombres, por suerte o por degracia, no contamos mucho en este falso e hipócrita mundo de la comunicación del motor. Pero este es otro cantar. Dados sus conocimientos técnicos y su forma de escrbir, destacó en estos menesteres. Además, tenía un tercer apellido de peso: Rafael Cid del Faro de Vigo. Es la pura y clara realidad de esta profesión de contador informativo, el medio.

Pero vayamos al libro de Rafa Cid, "Los rallys que vivi..." Una historia que merece la pena leer. Rafa es de los dice lo que piensa y no piensa lo que dice. Por lo tanto, cuenta y mucho. Empezar en esta disciplina de piloto de rallys no es tarea fácil. Cuesta -en dinero- y en llegar. Una historia que abarca los años que van desde 1967 a 1987. Cuatro lustros llenos de anecdotas y de historias muy interesantes.

Como en esto de los libros, encontrarlos puede ser una larga singladura, los interesados en el mismo podeis perdirlo directamente al autor. [email protected] Estará encantado con dedicarlo personalmente

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