A falta de menos de una hora, cuando el destino de las 24 Horas de Le Mans estaba prácticamente firmado y rubricado llegó el milagro. Un pinchazo del Toyota #7, el coche que dominó toda la semana en La Sarthe, dejó en bandeja de plata a Fernando Alonso, Sebastien Buemi y Kazuki Nakajima el segundo triunfo consecutivo en la mítica carrera gala.
El resultado de hoy muestra a Sébastien Buemi, Fernando Alonso y Kazuki Nakajima ganar el Campeonato Mundial de Pilotos de Resistencia de la FIA para agregar al título del Campeonato de Fabricantes que el equipo ganó en Spa. Además, Nakajima ingresa a los libros de historia como el primer piloto japonés en ganar un título del Campeonato del Mundo FIA.
La carrera estaba totalmente sentenciada desde muchas horas antes. El amanecer había llegado a Le Mans con todo dicho. O eso pensaban las 300.000 personas desperdigadas por los 13,6 kilómetros de La Sarthe. Nadie, casi nadie, creía en aquello de que "en las 24 Horas el juez es la bandera a cuadros".
Nakajima estaba detrás del volante del No. 8 Toyota TS050 HYBRID cuando tomó la bandera a cuadros 16.972 por delante de la entrada del No. 7. Los coches deToyota habían estado corriendo muy juntos durante gran parte de la carrera, pero el drama y las penalizaciones al final hicieron que el No.7 retrocediera en las parte final.
Los no híbridos LMP1 no pudieron igualar a los Toyotas pero presentaron una pelea tremenda. El debutante de Le Mans, Stoffel Vandoorne, se asoció con el dúo ruso Vitaly Petrov y Mikhail Aleshin en el SMP Racing No. 11, con el trío llevando al BR Engineering BR1 - AER a casa en la tercera posición.
Bruno Senna cruzó la línea cuarto en el No. 1 Rebellion Racing Car, después de perder tiempo al principio de la carrera después de un pinchazo. El N ° 3 terminó quinto. ByKolles Racing Team y el No. 10 DragonSpeed Oreca-07 Gibson tuvieron problemas de fiabilidad con ambos coches y no pudieron terminar.
A poco más de una hora, el #7 sufrió un pinchazo en manos de Pechito López y perdió sus más de dos minutos de ventaja respecto a su coche hermano, cayendo trágicamente a la segunda posición, al tener que recorrer lentamente más de medio circuito.
Este pinchazo le obligaba a ralentizar el ritmo, ya de por sí conservador, en modo paseo triunfal. Y empe<ó a rodar muy lentp. Más de dos minutos volaron en ese recorrido del #7 hasta los lejanísimos garajes de la pista para el cambio de neumáticos.
Los mecánicos corrieron para poner los neumáticos nuevos y soltarle a pista lo antes posible. Pero el daño era ya irreversible: Nakajima rodaba por delante a poco más de un minuto.
Con este incidente la partida ya había acabado. Pechito empujó con todo lo que quedaba en su Toyota, pero la carrera ya no cambió. Una parada para cada uno y final. Y todo se acabó cuando Toyota dio orden de mantener las posiciones a falta de 15 minutos. Nakajima rodaba por delante a poco más de un minuto.
"Ha sido nuestro día de suerte, podemos jugar luego a al lotería". Con esas palabras recibía de forma modesta Fernando Alonso su segunda victoria en las 24 Horas de Le Mans en su segunda participación.
"Un pinchazo a última hora nos regala la victoria que quizá no merecimos en la pista. El coche 7 fue más rápido durante todas las 24 Horas y he ganado por algo inesperado. He perdido varios Mundiales el último día por mala suerte y mira, hoy, la he tenido muy buena"
"El objetivo prioritario hoy era ser campeón del mundo. El año pasado me comprometí para hacer dos campeonatos mundiales aunque fuera muy exigente el calendario, porque quería ganar este campeonato. Conseguirlo ahora y además en Le Mans me deja sin palabras", decía muy satisfecho.
"Dos de dos es algo increíble. En junio de 2018 gané Le Mans, en enero Daytona y hoy repito aquí. La carrera de hoy fue dramática, porque nunca estuvimos en disposición de ganar. Son momentos muy duros para los que no ganan y quiero felicitarles a ellos (el Toyota #7), porque además de compañeros somos buenos amigos".
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