Desde sus inicios, Jeep ha construido una sólida reputación basada en la robustez, versatilidad y fiabilidad de sus modelos, capaces de enfrentarse a los terrenos más desafiantes, como la icónica Rubicon Trail. Este espíritu indomable se refleja claramente en los nombres que la marca ha elegido para sus vehículos.
Como emblema estadounidense, Jeep hereda los grandes mitos fundacionales del país, evocando el espíritu de la frontera y la conquista de lo salvaje. Este legado histórico se manifiesta en nombres emblemáticos como Grand Cherokee, Wrangler y Wagoneer.
La pasión por la aventura, el deseo de explorar y el valor para adentrarse sin temor en terrenos difíciles son valores intrínsecos al universo Jeep, que se han trasladado a varios de sus modelos contemporáneos, incluyendo Avenger, Renegade, Compass y el futuro Recon.
Nombres que cuentan historias
Madrid, 30 de julio de 2025 – La elección de nombres es fundamental para definir la personalidad de una marca automovilística. En sus primeros años, Jeep optó por seguir el camino de otras marcas utilizando combinaciones de letras y números. Sin embargo, pronto decidió adoptar nombres que evocan historias y leyendas. Así nació el descapotable Jeepster en 1949 y más tarde el Wagoneer en 1963, inspirándose en relatos del Salvaje Oeste y su amor por las rutas inexploradas.
El Jeep Avenger, diseñado para un público europeo y fabricado en el Viejo Continente, lleva un nombre que significa “Vengador” en inglés. Esta denominación ya había sido utilizada por otros vehículos estadounidenses bajo Stellantis, como Dodge Avenger o Chrysler Avenger. Todos ellos comparten características clave: altas prestaciones en dimensiones compactas. Además, este nombre conecta con sagas populares en la cultura contemporánea que abarcan cómics, películas de superhéroes y series de intriga.
Por su parte, el Compass se erige como el primer crossover SUV de Jeep. Su fabricación se realiza en múltiples países: México, Brasil, China, India e Italia. El nombre “Compass” (brújula) resulta especialmente adecuado para este modelo al simbolizar la orientación hacia territorios desconocidos.
Un legado cultural
El Renegade también comparte esta filosofía; su nombre representa anticonformismo y rebeldía ante lo establecido. Este modelo rompió con una tradición arraigada al ser el primer Jeep fabricado completamente fuera de América del Norte, produciéndose en Italia, Brasil y China.
Jeep no solo es un fabricante de automóviles; es un símbolo cultural que remite a los grandes mitos del Far West estadounidense. Modelos como Grand Cherokee, Wrangler y Wagoneer están impregnados de esta rica historia llena de leyendas.
Las denominaciones Cherokee y Grand Cherokee homenajean a un pueblo originario norteamericano actualmente asentado en Oklahoma. Con estos nombres, Jeep rinde tributo a las primeras naciones del Nuevo Mundo y su legado de nobleza y valor.
Aventuras sobre ruedas
El Wrangler debutó en 1986 como sucesor del venerable Jeep CJ. En Estados Unidos, "Wrangler" designa a un cowboy o vaquero; sin embargo, también se refiere a alguien que enfrenta con éxito situaciones complicadas o imprevistas—una perfecta representación del espíritu aventurero del modelo.
Pronto llegará al mercado europeo una nueva generación del Wagoneer. Este nombre fue utilizado por primera vez en 1963 para un modelo que rescataba la tradición de los Station Wagon norteamericanos. Wagoneer evoca imágenes de pioneros viajando hacia el Oeste con sus carromatos en busca de nuevas oportunidades.
De cara al futuro, Jeep está explorando sus raíces militares para nombrar al Recon—un modelo anticipado para 2026 que fue presentado con gran pompa durante la Super Bowl protagonizada por Harrison Ford este año. Este nombre hace referencia al papel del Jeep Willys como vehículo de reconocimiento durante la Segunda Guerra Mundial y simboliza una invitación a explorar nuevas posibilidades y reescribir las reglas del juego.