El fabricante de automóviles alemán ha logrado una conducción muy orientada a unas mayores prestaciones al equipar a los nuevos Opel Astra GSe con un chasis específico, rebajado en 10 milímetros. Además, la puesta a punto de la dirección es específica para los GSe, mientras sus muelles y amortiguadores de presión de aceite, tanto en la suspensión delantera como en la trasera, posee un ajuste especial no sólo orientado a una conducción dinámica sino también al confort.
Asimismo, los amortiguadores cuentan con la tecnología KONI FSD (Frequency Selective Damping), que permite una respuesta diferente de la amortiguación a altas frecuencias (control de la suspensión) frente a bajas frecuencias (control de la carrocería). La puesta a punto del ESP también es exclusiva para los GSe, con su umbral de activación llevado a un nivel superior para adaptarse a la perfección a una conducción más dinámica.
En su exterior el diseño de las llantas de amplificación de 18 pulgadas -inspiradas en las del aclamado prototipo Manta GSe-, los paragolpes y frontales específicos, y el logotipo GSe en el portón trasero no dejan lugar a dudas del carácter dinámico del GSe.
En cuanto a su interior, el diseño deportivo se ve subrayado por los asientos delanteros tapizados en Alcántara, que amplían la dilatada reputación de Opel en cuanto a ergonomía, especialmente en el segmento de los compactos, gracias a la certificación AGR.
El distintivo “GSe” de Opel solía ser una abreviatura de “Grand Sport Inyection”, como en los Commodore GS/E y Monza GSE. Ahora, GSe es la submarca deportiva, que cambia su significado a “Grand Sport eléctrico