En efecto, el mercado de la moto en nuestro país es estacional, aunque la movilidad requiera casi el uso obligado durante todo el año, dado el caótico tráfico de las grandes ciudades. En estas circunstancias, la moto o el vehículo de dos ruedas -también de tres- tiene una excepcional utilidad en la movilidad y, por supuesto, en el aparcamiento. Algunos ayuntamientos favorecen su uso, como es el de poder circular por zonas restringidas, carril-bus y estacionar en las aceras. Son muchas las ventajas, aunque en invierno no tenga tantas, además de la suciedad que sus conductores tienen que soportar por la alta contaminación de ciudades como Madrid.
En este primer trimestre del año, el sector de la moto en general, ha tenido un incremento del 19,4 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. Lidera este aumento el de las motocicletas ligeras o por debajo de 125 c.c., que son las que se permite conducir con el carné de coche, cuyo incremento en el mes de marzo ha sido del 34,5 por ciento, que representa más de la mitad de la costa de las ventas totales.
Otro segmento mucho más atractivo para los no motores es el de los “scooter”, que acaparan la mayoría de las ventas con una cuota del 65,7 por ciento. Sin embargo, la división de ciclomotores no tiene la fuerza de hace décadas, aunque también han incrementado sus ventas. Slo se han vendido 3.227 unidades, que supone un incremento del 12,5 por ciento con respecto al primer trimestre del 2014. Cabe destacar que el más del 86 por ciento son “scooter”