Conducimos el buque insignia de Audi, el nuevo A8

En ambos casos disponen de la tracción integral quattro, de una caja de cambios tiptronic de ocho velocidades y de una alternativa de carrocería con batalla larga, el Audi A8 L, que aumenta la distancia entre ejes en 13 centímetros respecto a la versión estándar. El precio para el A8 50 TDI parte desde 97.460 euros, y de 104.560 euros para el A8 55 TFSI. En el caso de las versiones de batalla larga, el precio del A8 L 50 TDI es de 100.360 euros, y de 107.580 euros en el caso del A8 L 55 TFSI.

El Audi A8 50 TDI cuenta con una cilindrada de 2.967 cc y desarrolla una potencia de 286 CV, con un par máximo de 600 Nm. Este propulsor permite que el nuevo modelo, con sus 5,17 metros de longitud en la configuración de carrocería normal, pueda pasar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanzar una velocidad de 250 km/h, limitada de forma electrónica. A

pesar de esas excelentes cifras, su consumo medio de combustible en el ciclo de homologación europeo NEDC es de sólo 5,6 l/100 km, lo que equivale a unas emisiones de CO2 de 145 g/km.

Por su parte, el Audi A8 equipado con el motor turbo de 3.0 litros con inyección directa de gasolina tiene una potencia de 340 CV, mientras que su par máximo se sitúa en los 500 Nm. Esto permite a dicha versión acelerar desde parado hasta los 100 km/h en 5,6 segundos, una cifra que en este caso es una décima superior para la carrocería A8 L. El consumo medio de combustible se mantiene en 7,7 litros por cada 100 kilómetros recorridos en cualquiera de las dos carrocerías, con unas emisiones de C02 de 176 g/km.

" La cuarta generación del Audi A8 se irá completando con nuevas versiones "

A mediados del próximo año, le tocará el turno al híbrido A8 L e-tron, que sumará una potencia conjunta de 449 CV y podrá recorrer en modo eléctrico una distancia aproximada de 50 kilómetros, además de incorporar un sistema de carga inductiva a 3,6 kW mediante la tecnología Audi Wireless Charging (AWC). Junto a él llegará también el A8 L W12 de 585 CV, mientras que para más adelante está prevista la llegada de los motores V8: el 4.0 TFSI, con 460 CV y el 4.0 TDI, con 430 CV.

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Al volante

Todo lo bueno que se pueda decir del A8 es poco. En fotos no se terminan de apreciar bien los cambios respecto a la generación anterior pero en vivo la cosa cambia. Los faros Matrix LED, sobre todo los traseros, son un ejercicio de diseño único que llamará la atención allá por donde pase.

" Desde que abrimos la puerta, nos embriaga una atmósfera de lujo y calidad "

Tanto las plazas traseras como las delanteras han ganado bastante espacio.

El Audi A8 y sobre todo en su versión Larga (L) está pensado para ser conducido por un chófer y viajar en las plazas traseras. Tanto el confort como la calidad de los acabados es sublime. Los asientos son regulables en diferentes posiciones, calefactables y ventilables y además dan masaje. Todo ello se controla desde un control digital táctil.

El despliegue tecnológico es brutal. La pantalla Full HD del salpicadero se complementa con las traseras, que permiten a cualquier pasajero controlar todos los sistemas de infoentretenimiento.

Dinámicamente el coche sorprende. Los más de 5 metros de su carrocería se mueven a la perfección por las estrechas calles de Sevilla gracias a su eje trasero direccional. Según Audi, es un coche igual de maniobrable que el A4 pero considerablemente más grande.

En tramos con curvas su dirección resulta bastante precisa y ágil pero tampoco incita a realizar una conducción deportiva. No olvidemos que estamos ante una mole que ronda las 2 toneladas.

Las largas travesías por autopista son su hábitat natural. Gracias a la tecnología Mild-Hybrid los consumos que obtenemos son irrisorios, bajando incluso de los 7 l/100 km e los modelos diésel. La única pega que encontramos es su insonorización. Obviamente el confort en marcha es indiscutible pero si quiere competir directamente con el Clase S el sonido del motor debería ser un simple murmullo.