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Reportaje

"Gas Blanko" o el "Gas Monky" a la española

'Gas Blanko' o el 'Gas Monky' a la española
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No esta Dallas, tampoco en Texas, el Puente Vallecas (Madrid) es la zona de ubicación

Por Tomás Diaz-Valdés
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domingo 26 de mayo de 2019, 10:48h
Este "Gas Blanko", por ingenio y sin dinero, es una especie de replica del famoso programa que se emite en Discovery y que tiene muchos adeptos entre los aficionados españoles. Su protagonista principal es Diego Blanco. Tiene 69 años o... ¡más! Lo guarda en lo más profundo de sus secretos. Mecánico, piloto y propietario de un conglemado de piezas y coches viejos en el popular barrio del Puente de Vallecas

Empezó como mecánico. Reparando coches de todo tipo. Su afición por las carreras le llevó a preparar sus propios coches acudiendo todos los campeonatos que se disputan en la mayoría de los circuitos españoles. Con una economía limitada, ha realizado verdaderas obras de ingenieria mecánica. Y ganado varios campeonatos con sus coches. Lo dice con orgullo. Es muy buena gente

En su pequeño taller, cercano al campo de Futbol del Rayo Vallecano, lo tiene dotado de máquinaria adquirida de una y mil formas; incluso, fabricada por el mismo, como es el tunel de pintura de "última tecnología". Antes reparaba para la calle, pero como se ha jubilado, esta labor la hacen unos marroquies autonomos que deambulan por alli. No sabemos si les cobra o no por la cesión del taller y su herramental, pero son los que se encargan de esas reparaciones.

Diego Blanco se dedica a lo que le gusta, hacer engendros de automóviles que volveria loco a cualquier ingeniero de una ITV. Esta orgulloso de sus obras, porque alguna de ellas -a los trofeos y titulos oficiales me limito- le han dado títulos nacionales en la competición.

Las instalaciones tienen de todo. Desde almacenes de piezas más viejas que Matusalen, totalmente desorganizadas, hasta un Rolls que esta reconstruyendo para un amigo que se lo ha pedido. "Este lo quiere arreglar para Bodas", nos dice, señalando el vehículo en cuestión.

Ha terminado un trabajo del que se siente muy orgulloso, despues de varios años de trabajo. Se trata de un Porsche 928, que tiene instalado un motor BMW de 420 CV. Lo ha hecho todo en este coche engendro. Se lo guisa y se lo come. Menos la puesta punto electrónica. Este ha sido el motivo del retraso en la puesta punto de Porsche/BMW y su pleno funcionamiento. "Ya he corrido con él en el Jarama", nos dice con orgullo.


Ir al taller es un espectáculo de desorganización. Pero como el mismo dice, "el único que sabe donde estan las piezas soy yo. No necesito ordenadores". Ese ordenador ficticio no se ha visto ni en pintura. La parte "sección administrativa" esta de papeles hasta el techo. El despacho esta lleno de trofeos, diplomas y recortes de las revistas en las que hablan de él y de sus cosas.

Le comenté que tenía problemas con el amortiguador del portón trasero de mi coche. "Eso esta hecho", me indica. Me llevó a un almacenillo de cinco metros cuadrados lleno de cestos y con todo tipo de recambios. Un enjambre de piezas viejas, pero conservadasa cal y canto. Se subío a una estanteria y me sacó varios amortiguadores de puerta. Estuvimos probando varios, hasta encontrar el que estaba en mejores condiciones de uso. Era de un Renault, pero valía para el Hyundai. El resto volvió a guardarlos. "Estos pueden valer para otros coches", comentó.

Merece la pena ver estos cinco minutos de reportaje al que he llamado: "GasBlanko", el "GasMonky" a la española.

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