La Dirección General de Tráfico (DGT) ha intensificado sus esfuerzos para combatir la siniestralidad en las vías españolas, implementando una serie de medidas que incluyen la instalación de nuevos puntos de control de velocidad. Estas iniciativas se suman a las campañas periódicas que ya se llevan a cabo y que buscan reducir el número de accidentes fatales.
Entre las herramientas utilizadas por la DGT se encuentran los radares fijos, los radares móviles y el control aéreo mediante helicópteros. En este contexto, se ha puesto en marcha un ambicioso plan que contempla la instalación de 122 nuevos puntos de control para el año 2025, con el objetivo claro de disminuir tanto los siniestros mortales como los heridos graves en carretera.
Por otro lado, estudios han demostrado que la velocidad no solo incrementa el riesgo de verse involucrado en un accidente, sino que también dificulta la capacidad de reacción ante situaciones peligrosas. A mayor velocidad, las lesiones resultantes tienden a ser más severas. En este sentido, recientemente han comenzado a operar 32 nuevos cinemómetros, distribuidos entre 7 fijos y 25 de tramo, en diversas comunidades autónomas como Extremadura, Castilla y León, Madrid, Canarias, Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, Asturias, Cantabria, Galicia y Comunidad Valenciana.
Igualmente, la implementación efectiva de estos dispositivos es crucial para mejorar la seguridad vial y proteger a todos los usuarios de las carreteras. Con estas acciones, la DGT busca crear un entorno más seguro y reducir el impacto devastador que tiene la velocidad en los siniestros viales.