El fracaso estético del modelo GLK ha hecho cambiar los criterios de los diseñadores de Mercedes (en las mejores familias pueden surgir algún “garbanzo negro”). Esto es lo que sucedido con la versión anterior del todo camino de la marca de la estrella. Hasta el punto que la nueva versión también cambia de nombre para no confundir. El el “feo” GLK no tiene nada que ver con el “guapo” GLC; son tan diferentes que es difícil convencer a un laico de su relación: una auténtica revolución en el cambió de imagen. Un acierto para acercarse a la estética media de los SUV, uno de los conceptos del éxito mercado de este tipo de vehículos.
La nueva figura
La critica de la anterior versión había dividido la apetencia del comprador. Sus lineas cuadradas le hacían incapaz de competir y sobre todo igualar el gusto de los compradores. No podían competir en el volumen de ventas de Audi Q5 y BMW X3; el nuevo GLC cambia completamente el juego, centrándose en el mismo diseño y dinámica de los modelos. rivales. Un avance que transmite a primera vista un mensaje positivo y atractivo.
Construido sobre la plataforma modular Mra introducido por la Clase C (que pronto compartirá la nueva Clase E, y poco a poco a todos longitudinal del motor Mercedes-Benz), el GLC refleja mas contenido que el diseño. Aparte de la novedad en su estetica aporta diversidd de motorizaciones (gasolina y diesel) y un conjunto motriz híbrido que se lanzará a finales de año-, avanzado en muchos frentes, como es la conectividad con el conductor, pasando por una mayor habitabilidad, que ha sido uno de los defectos del GLK.
Más espacio y calidad.
El aumento de 13 cm de longitud, supone mayor espacio interior. Ahora dispone de un maletero 580 litros, y más espacio para los pasajeros traseros. Desde el asiento del conductor, se observa un paso adelante en lo que a terminación y detalles respecta, Mejora también importante. Son conceptos que también son visibles en modelos de la competencia, incluidos los SUV coreanos, como el Hyundai SantaFe, por poner un ejemplo. Tiene un buen nivel de acabados como corresponde a una marca de prestigio
Excelente acabado.
El interior impresiona, con sus opciones de estilo, la atención al detalle, y la sensación de estar al volante de algo especial; es decir, lo que Mercedes-Benz debe transmitir. Sin embargo, tenemos algunas criticas como son las juntas de los componentes de algunos de sus plasticos negro de las puertas y la tapa inferior de la columna de dirección, que se oculta a la vista, pero termina en vivo borde.
Información y entretenimiento
Disponemos de una tablet -previo pago de su importe, como sucede con esta marca- con todo los necesario para informarse como para conectarse. La pantalla del Comand mantiene el ajuste de "tablet" en la parte superior del salpicadero y es fácil leer desde el controlador. Hay que destacar la presencia del head-up display, aprobado definitivamente por Mercedes-Benz de última generación (durante años después de dejar el campo libre a la BMW y otras marcas de la competencia) Es reconocer el tiempo perdido. También apreciamos la oportunidad de hablar en el menú con el mando giratorio o el nuevo touch-pad, lo que permite, por ejemplo, incluir destinos en el navegador "dibujo" cartas en 3D de superficie.
Confort en viajes largos por referencia. Un sistema de nivel absoluto, por lo tanto, realzado por características tales como el aire acondicionado más avanzado, que - a través de Comand - le permite elegir diferentes fragancias (con diversa intensidad) e ionizar el aire de la cabina. Esto lo incluía Citroen desde tiempo inmemorial. La autopista de crucero adaptativo, la suavidad del modo de confort, el sonido cristalino del Burmester Systems: equipado en todos los puntos, el GLC puede parecerse peligrosamente en un pequeño buque insignia, previo pago, insisto, de su importe.
Los últimos modelos de diferentes marcas aportan soluciones inteligente que ayudan al conductor. Para contribuir a esta impresión, son sistemas de asistencia cada vez más presentes, ahora traducido en efecto en la conducción de la semi-autónoma: el efecto combinado de la Distronic Plus (cuya distancia de funcionamiento se puede ajustar con gran precisión) que regula el acelerador y se aplica el frenado automático de hasta 200 km / h, y el carril de mantenimiento de activos, lo que conduce a lo largo de las líneas del carril, permite guiarte (virtualmente) hasta un máximo de 15 segundos; después, la pantalla muestra la silueta de alarma con dos manos y se produce un frenado brusco. Esto lo llevan los Seat de última generación, que cuestan bastante menos. Pero en Mercedes, la caja registradora empieza a contar.
Un futuro presente
Todavía no es autónoma la conducción, pero por el camino que llevamos seguro que llegará. Sensores y cámaras (incluyendo 360 ° para el estacionamiento) son apoyos que ya están aquí. Es evidente que faltan matizar algunos flecos,como le sucedió a nosotros. Los ojos electrónicos no saben cómo decidir entre una raya blanca "regular" y una amarilla para iniciar su trabajo. Para esto hay que esperar a que la unidad autónoma de la serie controle mejor estas lagunas.
Conducir en serio
La carretera y sus largas rectas que nos permitió conocer toda la alta tecnología. Es un coche que se mueve bien. El GLC 250 se mostró como debe ser en estas circunstancias. Su motor de 2.1. doble turbo diesel de 204 CV y 500 Nm, un cuatro cilindros completa, potente y suave. La nuevatransmisión 9G-Tronic es inmune a las vibraciones y extremadamente silencioso. El trabajo del motor diesel está en perfecta armonía con la nueva caja de cambios de nueve velocidades de transmisión 9G-Tronic que merece la máxima puntuación y que ha roto con el desprestigio que durante cierto tiempo han provocado las múltiples deficiencias de la caja automático que montaba la Clase E. Se ha dado un paso adelante respecto a las cajas automáticas anteriores. La adaptación al uso fuera y dentro de la carretera es bueno.
Modos de conducción
El selector de "modos de conducción" de última generación es la clave de toda la experiencia dinámica: sus cinco variantes (Eco, Confort, Sport, Sport +, individual) le permiten definir el carácter del GLC con precisión quirúrgica. Es así que, por ejemplo, el Diret Steer se puede representar particularmente reactivo O la suspensiones “AirBodyControl” que puede contrarrestar el balanceo de la carrocería. Ciertamente, la agilidad y el equilibrio de un coupé es otra cosa, pero esto GLC es diferente, más gelatinoso.
Comportamiento “Off Road”
Tiene un formato estandarizado de auténtico SUV medio. En Stuttgart no ha dejado atrás sus rasgos más característicos. El riesgo de ser confundido con otros competidores desaparece por completo cuando abandonamos caminos pavimentados y el GLC pueden mostrar su potencial fuera de la carretera.
Se sube por todas partes. Gracias a la labor combinada de 4-ETS, control de velocidad de descenso y cámaras. Se puede enfrentar a cuestas de 80% de desnivel con inclinación lateral de 27 °. No hay problema. También a deslizantes caminos. Basta con seleccionar cualquiera de los cinco modos de conducción off-road (fuera de carretera, Incline, mecedora Assist, y Remolque resbaladizo), mirar la pantalla del Comand cuando no se puede ver el fondo, y medir el acelerador. El resto lo hace el ordenador. Como todos los demás. No es ninguna novedad, aunque en Mercedes quieran venderlo como tal.
Conclusión.
Un SUV más en el mercado, más bello estéticamente incorpora todos los avances tecnológicos de ultima generación aplicados al automóvil que, en el caso de Mercedes, cuestan más que en otras marcas. Pero el que quiere marca, no tiene más remedio que pagarlo. Es el coste de la presunción
Si (
No(
