Deryck Shakespeare, un Australiano de clase media, es el propietario de este 911 Turbo. Su historia es que el deportivo acabó en sus manos gracias a su tío. Mientras estaba en el enfermo en el hospital, le llamó y le preguntó: Deryck, ¿quieres mi coche?. El muchacho no se lo pensó dos veces y respondió que sí.
Así es la historia de este australiano amante de los deportivos. Deryck y su tío cuidaban del Porsche 911 Turbo como si de una joya familiar se tratase. Su tío enfermó y éste le llamó para que acudiera al hospital y preguntarle si quería quedarse con su flamante deportivo. Por supuesto que Deryck contestó que sí. El protagonista de esta historia cuenta las dificultades con las que una familia media puede llevar a cabo el mantenimiento de este tipo de coches.
La marca alemana vendió en Australia 28 coches de estas características, de los cuales, muchos de ellos, no han sobrevivido al paso de los años. Ahora bien, este Porsche 911 Turbo de 1978 propiedad de Deryck Shakespeare, ha sido cuidado de forma minimalista y por ello muestra ese gran aspecto.
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