Vladimir Chagin es un director de equipo feliz, aunque su cara de póker rara vez deje traslucir sus emociones. Su única preocupación posible será cómo conservar su posición en lo más alto en los libros de historia de la categoría camiones, tras los siete títulos cosechados entre 2000 y 2011. Por lo demás, los problemas de gestión parecen poco más que ciencia ficción en Kamaz, equipo en el que se impone la disciplina colectiva como regla absoluta de la casa rusa y el palmarés habla por sí mismo cuando se tiene que proceder a la selección. Entre los cuatro pilotos encargados de representar a la marca del caballo de plata, tres han destacado ya en el Dakar: el vigente campeón Dmitry Sotnikov, benjamín de la banda a sus 36 años; el veterano Andrei Karginov cuyos títulos se remontan a 2014 y 2020; el "pequeño Zar", Eduard Nikolaev, que regresa tras su cuarta victoria en 2019. El cuarto camión azul se ha confiado a otro valor seguro: Anton Shibalov, segundo en las dos últimas ediciones del Dakar, después de haber subido a todos los escalones del podio en el Silk Way Rally. Sin duda alguna, el equipo sabrá estar a la altura de las expectativas de Chagin, que ha otorgado a Sotnikov y Nikolaev el privilegio de conducir la última versión de su máquina de ganar, a la que ha llamado "K5".
Sin embargo, el podio 100% ruso fotografiado el año pasado en Jeddah no ha minado ni un ápice la ambición de todos sus rivales, muchos de ellos con nuevas razones para confiar en sus posibilidades. Martin Macik conseguía un decepcionante cuarto puesto, pero obtenía su mejor clasificación en enero: el joven de 32 años encarna la tradición checa de los camiones en el Dakar y contará por primera vez con un aliado en el seno del equipo Big Shock Racing: Martin Soltys (10º en 2021). El legado checo perdura también con el sobrino del seis veces ganador Karel Loprais, Ales Loprais, que prosigue con la búsqueda de la victoria en la que será su 15ª participación como piloto. Otro camión checo podría participar en la pugna por el podio, aunque el piloto al volante es... chileno. Tatra Buggyra Racing ha depositado todas sus esperanzas en el dos veces campeón en quads, Ignacio Casale, tras su primera experiencia en camiones, en la que finalizaba en noveno puesto.
La confrontación entre rusos y checos tampoco podrá eclipsar a los neerlandeses, aunque en 2021 la cosecha no fuera extraordinaria. Su mejor representante, Martin van den Brink (8º) se sumaba al Team De Rooy en el retorno del equipo a la prueba, donde se verá acompañado por Janus van Kasteren y el antiguo ganador Hans Stacey. Parecen argumentos de peso, a la espera de la vuelta del jefe, Gerard de Rooy, que se reserva para la gran salida de la versión "eléctrica" del camión Iveco, prevista para la edición 2023. En el marco del plan "Dakar Future", las primeras iniciativas en esta categoría han surgido en los Países Bajos, de la mano del Riwald Dakar Team que, por tercer año consecutivo, acude a la prueba con un camión híbrido, con Gert Huzink al volante. El futuro también preocupa al equipo histórico Hino, presente en el Dakar desde principios de los años 90 y cuyo jefe de filas, Teruhito Sugawara, estará también al volante de un camión híbrido. El equipo Gaussin cuenta con una visión un poco más a largo plazo, pero también bien real. El H2 Racing Truck de hidrógeno se estrenará en parte del recorrido de forma experimental.
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